Zapatero prometió ayer que todos los alumnos de la Educación Obligatoria en España, en colegios públicos y concertados, a partir de 5º de Primaria tendrán un ordenador personal para hacer los deberes. 420.000 ordenadores portátiles que deben estar disponibles ya en el próximo septiembre. Ante esta noticia, varias preguntas nos hacemos los españoles ¿Cumplirá, como cuando prometió un ordenador para cada dos alumnos en los Colegios? Y si esta vez cumple, ¿para qué usarán los portátiles los niños? ¿Qué empresa se beneficiará del software que se instale en el ordenador? Y lo que más importa, ¿ayuda esta medida a resolver en la sustancia el grave problema que tiene el Sistema Educativo español?
España necesita recursos para Educación y evidentemente no son portátiles de regalo lo que arregla los problemas ni en Primaria ni en la enseñanza universitaria con la inminente puesta en marcha, en el curso 2009-2010, del Plan Bolonia, un plan que llega de la polémica, de la duda y del desconocimiento. Ni siquiera los alumnos que vemos a menudo protestar por las calles saben por qué lo hacen, recurriendo a lugares comunes como que se va privatizar la universidad o que solo podrán estudiar alumnos de mucho nivel… El Plan Bolonia tuvo su origen en 1999 cuando los ministros de Educación de Europa reunidos en Italia, en la ciudad de Bolonia, acordaron un plan destinado a renovar y unificar la enseñanza en el continente. En definitiva, crear un espacio europeo de estudios superiores, hacer con la enseñanza lo que se hizo con el euro. Un plan pensado para que un alumno de Biología o Pedagogía que estudie en Francia estudie más o menos la misma carrera que en Portugal o España. Hasta ahora quien estudiaba una carrera en su país. si querría ejercer en otro sitio, tenía que convalidarla gracias a un acuerdo bilateral con otro país. Con el Plan Bolonia se facilitará el intercambio de alumnos, de docentes y profesionales. A partir del 2010 todos los programas universitarios deberán estar adaptados. Habrá cambio en las titulaciones, en los créditos, horas de estudio, elaboración de trabajos, tiempos de tutoría, tiempos dedicados a la preparación de exámenes. Se pretende que el sistema sea más participativo para que el alumno, con su esfuerzo y compromiso, saque lo mejor de sí. Exigirá del alumno un “sobreesfuerzo” continuado, no atracones para preparar exámenes a última hora. Justo lo que parece faltar en muchos casos ahora. El esfuerzo también se les exigirá a los profesores que deberán funcionar más por áreas de trabajo potenciando el trabajo en equipo. Todo esto compensado con menor numero de alumnos proporcional.
Negro su blanco, escrito en el proyecto, todo parece ilusionante. Pero el problema sigue siendo la Educación Primaría y Secundaria. Si no se hace algo urgentemente estas generaciones llegarán a poco preparado a una universidad que se hará cada vez más exigentes. Los portátiles del gobierno no sirven para nada si no se hace un Pacto de Estado y se renueva con criterio de altura el Sistema Educativo Español.
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