Unos días de ecoturismo

Alejándome del “mundanal ruido” he pasado unos días en Doñana. Buscaba un lugar relajante en medio de la naturaleza y Doñana es más que eso, es gastronomía, cultura y gente hospitalaria. La degradación del aire en Sevilla, como en muchas otras ciudades en la actualidad, sumado a los atascos, al hormigón y al ruido nos hace huir literalmente hacia lugares más relajantes y atractivos donde serenar el espíritu y respirar aire más puro.
Doñana sigue siendo un lugar hermosísimo porque uno de los objetivos primordiales que se está persiguiendo desde hace años por la Junta de Andalucía es el bienestar de la flora y la fauna del lugar y, de consecuencia, la fórmula del turismo que se aplica en la zona es la de la gestión sostenible. En el caso del Parque, se restringe el número de visitantes por día y esto también contribuye a mantener el equilibrio ambiental. La observación de plantas y animales envuelto en el más sagrado de los silencios me han hecho reflexionar sobre las muchas especies que han ido desapareciendo en este largo camino de la toma de conciencia ambiental. Se entiende que visitando el Parque se realce el valor de las especies supervivientes a los ojos de mucha gente que tarda en entender el daño que por ignorancia o despreocupación se causa al inventario biológico de nuestro entorno. El atracón visual que me he dado observando los pájaros ha sido extraordinario: la garza, la garcilla bueyera, el calamón, la focha, el aguilucho. El campo estaba precioso, los verdes de todas las tonalidades y el abanico multicolor de las flores han sido un verdadero deleite para la vista que difícilmente podré olvidar.
El descanso está asegurado, también por otro motivo cuando el visitante tiene la suerte de hospedarse en un maravilloso hotel como es el Cortijo de los Mimbrales, un encantador conjunto de casitas, cada una con su jardín privado con fuentes, naranjos, buganvillas, glicinias y jazmines que, junto con el azahar, hacen respirar aire de paraíso terrenal. Es un conjunto que rodea una antigua casona de la zona rehabilitada pero que sabe conservar la esencia de la construcción original. Recomiendo unos días en Doñana, se vuelve descansado y agradecido.