Siempre he sabido de los beneficios que consigue el espíritu dedicando a diario un rato a la meditación. Hoy, después de haber leído un estudio llevado a cabo por un grupo de especialistas me he convencido que también es un remedio excelente para la salud. Así lo intenta demostrar un trabajo realizado por la Universidad de Sydney que comparaba personas que la practicaban desde al menos dos años y personas que nunca la hacían. La conclusión demostraba que las primeras tenían mejor salud respecto a las otras. Otra investigación publicada en el Journal of neuroscience que leí hace tiempo dice que la meditación produce un efecto analgésico y puede reducir el dolor hasta un 40%. Recientemente una amiga psicóloga me decía que aunque muchas personas piensan que no son capaces de meditar, dicha práctica está al alcance de todos. Basta empezar y poco a poco introducirla en la vida diaria, sin perderse de ánimo y tratando de encontrar la hora y el espacio más adecuado.
Para empezar aconsejan la técnica del “mind-clearing” que significa “despejar la mente” Un buen sistema para principiantes porque se puede realizar en 5 sencillos movimientos. Bastan 10 minutos entre el momento que se cierran los ojos y se vuelven a abrir. Algo que incluso se puede hacer incluso en la oficina. Entre otros beneficios habría que considerar también el hecho esa pausa ayuda a bajar los niveles de estrés e incluso de irritación además de provocar un descenso de los latidos cardíacos, de la frecuencia respiratoria, de la tensión muscular y arterial y una considerable disminución del consumo de oxígeno. Un buen camino para desarrollar nuestra conciencia.