Marrulleros evasores

Una de las cosas que me preocupa de este tiempo de crisis es la tranquilidad de los pillos y corruptos, que viven riéndose de la situación precaria que padece el país y siguen haciendo de las suyas, saltándose toda regla y toda ley y vegetando como reyes.
Me hiere el desparpajo y sinvergonzonería de una clase de astutos marrulleros que encima exhibe su bienestar y fortuna sin piedad, sin acordarse de aquella gente que lo está pasando mal y no consigue llegar a final de mes. A veces me subo al autobús urbano para ir desde casa al trabajo y escucho las conversaciones de quien tiene hijos parados, de quien acoge en casa a familiares porque no tienen lo suficiente para comer, de quien está acercándose a la oficina del INEM para arreglar papeles… Por la ventanilla del autobús voy mirando las tiendas que han echado el cerrojo, los carteles de “se vende” en los balcones, las mujeres rumanas en las tiendas de los supermercados pidiendo limosnas… Entro en el edificio de oficinas donde están las redacciones de nuestra empresa informativa y saludo con tristeza a quien está subiendo en un camión sus muebles y archivos porque cierra su empresa. En el edificio vamos quedando cada vez menos inquilino. Los impuestos, los seguros sociales, el IVA que hay que pagar sin haber cobrado la factura, las nominas, son monstruos que van comiendo la moral de los emprendedores, su ilusión y creatividad para salir adelante.
No arriesgan nada, sin embargo, esos evasores que trapichean con dineros de múltiples negruras y siguen llevándose sus capitales a buen recaudo, comprando casas, tierras y lujos aprovechando la coyuntura de quien tiene que vender forzosamente a cualquier precio. Contra esa España de malhechores y corruptos, de dineros sucios y clientelares que tanto ha cooperado a incrementar la catástrofe de la crisis no basta con endurecer la voz y anunciar medidas de transparencia. Mejor actuar y después contarlo. Las leyes están para eso. Habría que convencer antes que nada a los políticos que son los primeros que tendrían que dar ejemplo. Ahora o nunca.