Las grandes empresas tecnológicas trabajan a un ritmo endiablado  programando objetivos cada vez más ambiciosos y alcanzado metas impensables que están revolucionando nuestro sistema de vida y de  trabajo  Trabajan para adivinar nuestros deseos y necesidades,  buscando soluciones y así darnos lo que deseamos y precisamos por muy complejo que pudiera parecer.  Aplicar a la World Wide Web la inteligencia artificial para hacerla más potente y eficaz es  uno de esos objetivos prioritarios.

Es quizás que por ese motivo Google piensa invertir 400 millones de dólares en la compra de la empresa DeepMind que desde hace tres años lleva a cabo de forma secreta  trabajos y pruebas  sobre inteligencia artificial.  Tan importante es el asunto que las negociaciones las ha llevado en primera persona  el mismísimo Larry Page, consejero delegado de Google. La empresa DeepMind tiene su sede en Londres y fue fundada por el neurocientifico Demis Hassabis, acompañado de Shane Legg y Mustafa Suleyman. Hassabis fue un niño prodigio que se ganó el título de “mejor jugador junior de la historia del ajedrez”

De la empresa  DeepMind no se conoce mucho. Su equipo humano estaría formado por unas 50 personas respaldadas por jugosos capitales que la financian. Muchos la describen como la última gran empresa independiente que trabaja en la inteligencia artificial. También se sabe que ya habría desarrollado una buena variedad de nuevos enfoques en ese campo  con las consiguientes aplicaciones en diversos sectores, entre ellos la creación de un sistema para el e-comerce.

Cuando hablamos de inteligencia artificial estamos hablando de un espacio multidisciplinar que a través de la informática, de la lógica e incluso,  sostienen algunos,  de la filosofía, estudia la instauración y proyección de objetos capaces de razonar por sí mismos utilizando como ejemplo la inteligencia humana.  Recuerdo que hace años la robótica era ciencia ficción capaz de hacernos sonreír en películas y novelas donde aparecían maquinas que pensaban como humanos y actuaban como humanos, es decir, que cavilaban y actuaban racionalmente. Hoy, como estamos comprobando,  empresas como  DeepMind trabajan formalmente en redes neuronales artificiales, para crear sistemas expertos, de cálculos, de percepción e incluso de razonamiento y de actuación.

Estaremos construyendo indefinidamente sobre arenas movedizas si todos estos avances no van encaminados a situar al ser humano frente al chorro ascendente de la unificación planetaria en un nuevo espacio de complejidad y conciencia. En juego está el porvenir del Hombre.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com