La primavera ha invadido las calles de perfume de azahar. Todos los años la estación de las flores se nos ofrece con la serenidad de una lluvia de estrellas. El cielo se torna de un azul inconfundible, un airecillo agradable nos acaricia por las tardes y ese sol joven nos calienta la espalda cuando paseamos por la ciudad. En primavera, todo es misterio, las florecillas de los jardines, la brisa en la orilla del mar, la humedad de la arena, los blancos muros de los pueblos andaluces como lienzos de nieve. Nací en primavera y mi relación con esta estación es siempre muy particular. La primavera intenta siempre descubrirme el mapa sagrado de la vida. Estoy escuchando en estos instantes La consagración de la primavera, la obra musical compuesta en 1913 por el gran artista  ruso Ígor Fiodórovich Stravinski. Es como una especie de rito que repito todos los años, escuchar la obra y ver la sugerente y grandiosa coreografía que Bejart realizó sobre esta obra.   Stravinski la había compuesto  como parte integrante de la serie de ballets creados para la compañía de Serguéi Diáguilev, «Les Ballets Russes» y  es la historia, acaecida en la antigua Rusia, donde se produce el rapto y sacrificio pagano de una doncella al inicio de la primavera, que debía bailar hasta su muerte a fin de obtener la benevolencia de los dioses al comienzo de la nueva estación. Bejart preparó una impresionante y sorprendente coreografía en 1959 marcando un hito en la historia de la danza,  que reflejaba muy bien lo que Stravinsky explicaba de su obra: “La Consagración posee una sola idea que le da identidad: el misterio de la primavera y su violenta explosión de poder creador. No hay historia en sentido estricto, sino una sucesión coreográfica“. Los cuerpos se mueven como animales ansiosos de lluvia, en una explosión constante de sensualidad y erotismo donde la luz se desborda. La música todo lo envuelve y en los ojos una suerte de llama arde para un altar donde se consagra la vida nueva.

Las tradiciones antiguas dicen que en la primavera la naturaleza se activa y que se  cubre la Tierra de Fertilidad invitando a  las criaturas a que se reproduzcan. Pasear en estos días por el campo es una delicia, es emborracharse de perfumes y colores.  Las plantas y los árboles despiertan de su letargo y revientan  nuevos brotes. Todo se activa como si un reloj oculto todo lo activara. Es el misterio de la primavera, un mapa sagrado que siempre intento descifrar.

Maurice Béjart, Ballet, Le Sacre du Printemps, Stravinsky

<iframe width=»480″ height=»360″ src=»http://www.youtube.com/embed/29J6aYTpV0o» frameborder=»0″ allowfullscreen></iframe>

 

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com