A todos nos gustaría leer una historia que nos contenga, que sea nuestra memoria, una historia cercana donde hayamos sido protagonistas del quehacer cultural, político, social y religioso de nuestro país. Sin embargo, a menudo somos solo  espectadores y, ante ella, solo podemos asumirnos el papel de críticos. Al ejercer esta labor crítica nos enfrentamos a una encrucijada,  aceptar todas las cuestiones desveladas como verdaderas o pensar que existen otros elementos que desconocemos parcialmente o en su totalidad. El relato de todo lo que está sucediendo ahora en España  no es del todo coherente, sobre todo, si su lectura se hace a través de los ojos políticos.  Los vicios y virtudes de la lucha por el poder tergiversan y adulteran la realidad. ¿Qué sentido tiene que la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, llame a esta movilización a la juventud en una situación tan crítica en la que nos encontramos?: “Os toca mover la red y os toca mover la calle, pintar escenarios en que la rebeldía pueda ser practicada por los que necesitan una respuesta».  Está transmitiendo varios mensajes a la vez, uno que solo  su partido está en posesión de la verdad, que el Gobierno actual está haciendo reformas solo para chinchar, que cuando no se gana en las urnas solo se puede recuperar el poder armando gresca, y que este no es el momento de trabajar más sino de manifestarse más. En sus palabras no solo no brilla la coherencia sino que luce la contradicción de un discurso hecho meses atrás donde se hartaba de repetir que en esta situación de tremenda crisis había que arrimar el hombro.  ¿Qué sentido tienen que se haya levantado ahora este revuelo, porque se cambia presidente en RTVE? Algunos dicen que  esta decisión supone una involución democrática sin precedentes en los países de nuestro entorno y que la libertad de expresión y de información, la imparcialidad de los medios públicos, y el derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz se perderían. Es decir si la TV pública está en manos de un presidente nombrado por Rubalcaba existe  imparcialidad, si está en manos de un presidente nombrado por Rajoy existe manipulación. A uno se le caen los brazos, se siente tratado como un imbécil, y se pregunta ingenuamente si se ha producido un milagro y José Antonio Griñán consensuará la presidencia de RTVA con Javier Arenas. Polvoriento camino y abigarrado escenario se intuye en el devenir próximo de nuestra nación.  El día a día de nuestro país se está convirtiendo en la narración de un Derby por parte de un bético por un lado y de un sevillista por otro.

Muy difícil es analizar en la actualidad estas corrientes políticas de  aguas enturbiadas por la agitación de los movimientos subterráneos en busca del poder y reconocer los cauces y los rumbos. Los ciudadanos no son protagonistas de esta historia, miran asombrados esta partida de ping pong dejándose hipnotizar por quien mienta más.   Sin rencor alguno pero sin  olvidar, por cierto, el talante crítico del  ejercicio periodístico, no dejo de  suscitar en mí, como ciudadano de a pie,  hondas reflexiones sobre el presente y futuro del país. Ajeno como soy a cualquier militancia espero hallar respuestas independientes   que me hagan recobrar la esperanza de que España no termine rompiendose otra vez.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com