Sucede a veces, no siempre. Cuando en un post o en un artículo explicas y analizas sin prejuicios, sin anteponer las propias convicciones e ideas, cuando demuestras equilibrio y honradez intelectual, con una cierta audacia en la exposición del pensamiento, los lectores aprecian. Normalmente lo hacen personas decentes e independientemente de su orientación ideológica, agradeciendo el esfuerzo que se hace por “intentar ver” y “hacer ver”. Me está sucediendo últimamente. Recibo respuestas de agradecimiento, observaciones objetivas y reconocimientos respetuosos. Comprendo que muchas personas tienen sed de entender, de ver claramente, necesitan autenticidad y claridad y no se contentan de las supuestas verdades formales o mediáticas partidistas. Hoy, sin ir más lejos, un lector de este blog, comentándome la portada y algunas noticias que aparecían en un “diario independiente de la mañana” me decía que a veces se imaginaba a algunos directores de periódicos recogiendo de las manos de un redactor el borrador de un artículo para que le diese el VºBº: “¿la noticia es falsa?, pues venga a publicarla”. Desgraciadamente, nos encontramos ejemplos bochornosos que podrían dar a entender que para algunos medios el interés no se centre en aportar pistas, fuentes y luz sobre la actualidad, más bien parecería que el interés está en crear sospechas, polémica y tensiones a veces basadas en la nada.
Es más difícil y trabajoso crear audiencia con noticias verdaderas, interesantes, emocionantes y positivas, sin embargo usar lugares comunes, frases hechas, rumores basados sobre indicios aparentemente creíbles y echar gasolina al fuego político hacen subir las ventas. Una pena.