Me informan que el aeropuerto internacional de Los Ángeles en California ha sido evacuado. Unos disparos han motivado su evacuación según está informando la CNN y la CBS. El escenario ha sido el Terminal 3 y el protagonista un hombre armado con un fusil, al parecer muy potente, que ha disparado alcanzando a tres personas. El pánico ha contagiado a muchos viajeros que incluso han escapado corriendo a través de las pistas del Aeropuerto, otros se han parapetado debajo de los asientos. Finalmente la policía lo ha detenido. El tráfico aéreo se ha paralizado y se han cerrado todas las entradas al aeropuerto. Un nuevo acto violento vuelve a aterrorizar a los americanos. Otro loco u otro malvado que pretende con un fusil propagar ideas contrarias a la convivencia pacífica de los seres humanos. Hace poco escuché a Mario Vargas Llosa decir: “como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas, antigua especie convencida de que matando se gana el paraíso”.
Atentados como este hacen tambalear la fe en la humanidad, aunque reflexionando podamos llegar a la conclusión de que si el océano no se ensucia por unas pocas gotas contaminadas, tampoco la Humanidad podrá perder su sentido trascendente y pacifico por un nuevo caso de violencia perturbada.