Ahora penuria y después….

España roza los 5 millones de desempleados y los parados sin prestación superan la barrera de los dos millones. Parece que se ha roto el muro de contención del desempleo por obra y gracia de una crisis económica que este gobierno no supo reconocer y atajar a tiempo. Un gobierno que improvisó parches sin aplicar medidas y reformas contundentes y no reparó en seguir derrochando el dinero público, gastando sin ton ni son. Seguramente no era intención de Zapatero conducirnos a este desastre pero desde luego no puso la atención necesaria para evitarlo. Este gobierno se hartó de hablar desde el primer momento de prestaciones y políticas sociales pero en los hechos ha demostrado desdeñar el bien común. Los sueños de grandeza de Zapatero se rompieron muy pronto y se quedaron en meros sueños para él y en pesadilla para los españoles. Los datos reflejan la etapa nefasta que vivimos. Se tardarán ocho años por lo menos en volver a tasas de paro del 10% y el tejido empresarial que resista a tan brutal tormenta no recobrará un mínimo de oxigeno por lo menos en cinco. A veces mis reuniones con empresarios parecen un funeral, trato de transmitir optimismo pero las alarmas son constantes. No pasa un día sin que nos embista un sobresalto en forma de rumores, anuncios, noticias y desmentidos alrededor de nuestra situación y de la de otros países europeos en similares circunstancias.
Necesitamos urgentemente una radical reformulación de la política económica a partir del 20 N y sabemos que ningún mesianismo estilo ZP podrá lograrlo. Necesitamos un consenso amplio de las fuerzas sociales y políticas que exceda los límites de cualquier partido político en cuestiones laborales, educativas y energéticas. Necesitamos menos Estado benefactor y más cultura emprendedora. Necesitamos un Estado eficaz con competencias únicas en determinados campos. El Estado ha traspasado a las comunidades autónomas un total de 1.943 competencias y 821.001 funcionarios desde 1978, con un coste efectivo de 24.725,1 millones de euros. ¿Son todas necesarias? Seria optimo que el próximo gobierno que emerja de las urnas se plantee revisar las competencias que tienen asumidas las Comunidades Autónomas, al gasto que originan y, en definitiva, la forma y manera en que se desarrolla la organización territorial del Estado. Reflexión lúcida y sincera que tendrán que hacer nuestros políticos para aportar en esta etapa difícil de nuestra democracia nuevos y valiosos enfoques para la construcción de una sociedad más justa Necesitamos poner a España, de nuevo, en la senda del desarrollo.