Tres mil europeos entre los terroristas islámicos. Era la noticia que me descolocaba hace unos instantes. Provenía del coordinador europeo contra el terrorismo, Gilles De Kerchove. Una noticia que inquieta y da miedo. Según este funcionario belga de la UE, serían ya unos tres mil los combatientes europeos en Siria e Irak que apoyan a los yihadistas del Estado Islámico. Un grupo surgido como escisión de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).
Estos europeos que combaten ya al lado del EI, son personas difícilmente identificables si regresaran a sus países de origen. Este flujo de europeos que deciden luchar al servicio de estos fanáticos nunca ha sido tan grande como ahora. Para Gilles De Kerchove, con esta situación, no es difícil imaginar un ataque terrorista en Europa a gran escala. Lo que más me preocupaba de sus palabras era esta frase: “podría ser ya demasiado tarde para poner remedio e impedir una tal atrocidad” Este autoproclamado Califato es una amenaza terrible para todo el mundo, no solo para los países de la zona como Líbano, Jordania, Arabia Saudí o Turquía. En peligro está también el norte de África y tras esa frontera Europa y España en primera línea.
Hace unos días leía un curioso texto difundido en foros islamistas, donde esta organización explicaba querer llevar los combates al Sahel y al Magreb, alegando que los países de estos territorios «se han desviado también del camino correcto». ¿En qué camino de locura están ellos? «El terrorismo es una locura. – lo decía Francisco -El terrorismo solamente sabe matar, no sabe construir, destruye»