Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio es la expresión que hace referencia a la parábola contada en el Evangelio de Lucas 6:39-42, cuando Cristo reprocha a los hipócritas, el querer quitar la paja del ojo ajeno, cuando en realidad no ven la viga en el suyo propio.
Parece que esta sea la tendencia de mucha gente que hace del juicio temerario e injusto el deporte de sus vidas. Incluso lo es, de aquella gente que a menudo presume de rectitud, fervor y piedad, pero que en realidad solo esconden, bajo esa capa de buenísimo, un descomunal orgullo y una soberbia mezquindad.
Malas artes empleadas de forma personal y colectiva por gente que se aburre, que no se confronta, que no escucha nunca su conciencia, que no se cuestiona, que vive cabalgando sobre una falsa perfección de boquilla, que nada tiene que arriesgar, que vive protegido bajo una campana de cristal con su plato de comida asegurado diariamente y una cama caliente donde cerrar los ojos para no ver a quien en la calle se muere de frió o de hambre. ¡Hipócritas!, de talante y de actitud, que no son capaces de ir al encuentro de otro ser humano sin juzgarlo y sin ideas preconcebidas, que además se creen los unicos en poseer la verdad. Charlatanes y divulgadores de chismes que se quedan tan a gusto después de haber manchado el honor de una persona y más tarde acudir a arrodillarse en templos y templetes para alardear de virtudes que no tienen y darse delante del público golpes de pecho.
Raza de víboras y sepulcros blanqueados se les llama en el Evangelio a esa categoría de hipócritas y, a los que Cristo, les lanza un juicio duro, pero muy certero: “Yo os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino de Dios”

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com

Los comentarios están cerrados.