Jang Song- Thaek, de 67 años, ex número dos del régimen de Corea del Norte y tío del líder norcoreano Kim Jong-un fue ejecutado ayer poco después de haber sido condenado a muerte por un tribunal militar.
Ha sido la agencia oficial de noticias KCNA Pyongyang la que lo ha anunciado definiéndolo un “traidor” «vendepatria», «bastardo», «corrupto» o «degenerado», entre otros calificativos. Fue el 9 de diciembre que se anunció su destitución acusándolo de “actos criminales” y de haber liderado una «facción contrarrevolucionaria».
Junto a Jang Song- Thaek, esposo de la hermana de Kim Jong- il (padre de Kim Jong-un), han sido ejecutados dos de sus colaboradores. El jerarca ejecutado era vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional, el órgano más importante del país, y era además considerado el cerebro gris del régimen y mentor de su sobrino, al que habría apoyado en su acenso al poder.
La purga tendría que permitir que el joven Kim Jong -un, llegado al poder en diciembre de 2011 tras la muerte de Kim Jong -il, fortaleciera aún más su posición en su reino de terror. La KCNA dijo que Jang era culpable de un «crimen tan horrible como el de haber intentado derrocar al Estado con todo tipo de intrigas y métodos despreciables, con la ambición desenfrenada de alcanzar el poder supremo del partido y del estado»
Esta situación aumenta aún más el clima de inestabilidad de la zona, incluida China, que mira con recelo al régimen más opaco del planeta. Este ha sido un ejemplo más de la extrema brutalidad de los estados comunistas, que como se viene demostrando son especialistas en atemorizar y empobrecer a sus ciudadanos.