¿Por qué soy director de OECA, Observatorio Empresarial para la Consecución de la Agenda 2030? Porque no puedo soportar ver nuestro bienestar, nuestras relaciones sociales e incluso nuestras vidas comprometidas por el egoísmo, la ignorancia y la mala fe de una parte de los sapiens de la Tierra, siempre ocupados en sacar provecho incluso de la naturaleza destruyendo incluso la belleza del mundo. Y renuevo mi compromiso en este momento tan difícil, como el de una pandemia que ha trastornado nuestros hábitos y creencias, y que, sin embargo, tiene una raíz ambiental mucho más profunda de lo que parece. El problema global más acuciante de la humanidad al comienzo del Tercer Milenio es precisamente el cambio climático. Si no hacemos algo cada uno de nosotros, arriesgamos una gran catástrofe para nosotros y sobre todos para las generaciones venideras.
