Comunicar, comunicar….

He reflexionado más de una vez en este blog sobre la comunicación sosteniendo que los seres humanos nos comunicamos no solo con palabras. Lo hacemos también con la música, la pintura, la escritura, los gritos, los susurros, los gestos de la cara, de la mano, con nuestras posturas y con nuestras prendas de vestir y sus colores. Con todo aquello, que de una manera u otra, roce los sentidos de nuestro interlocutor nos comunicamos. La comunicación según los expertos es un cúmulo de símbolos y de signos y la componen medios, mensajes, informaciones o persuasiones. Yo la entiendo sobre todo como una “puesta en común”, que será concisa, confusa, clara, silenciosa, caótica o violenta pero siempre será un terreno donde encontrarse, una posibilidad de estar más cerca de los otros. Hoy mientras esperaba en una sala de espera no pude evitar escuchar el diálogo de una pareja que estaba sentada de frente. Las frases y palabras que pronunciaron durante los veinte minutos que estuve allí sentado, me resultaron verdaderos puentes entres ellos: ¡Gracias!, perdóname, ayúdame, te escucho, me equivoqué, te necesito, háblame, eres especial, te admiro, te amo. Probablemente se trataba de una reconciliación y sus actores en aquel momento compartían el deseo de hacerlo. Mientras los escuchaba ojeaba una revista femenina. Las fotografías de moda de sus páginas me sugerían que también los colores de nuestros atuendos pueden ser un puente en la comunicación hacia los demás. El blanco me sugería pureza, externa e interna. El negro, excelencia, clase, elegancia. El amarillo y el naranja alegría y vitalidad. El gris, discreción, seriedad. El rosa, amor tierno. El marrón es un color acogedor como la tierra, poco comunicativo pero seguramente relajante. El verde me habla de la naturaleza y de relax. El rojo, como el naranja, comunica mucha vitalidad, también pasión y energía. A mi me gusta mucho el azul, que además de trasmitir autoridad y seriedad, tiene un efecto tranquilizador y pacificante. ¡Cuánto podemos inspirar en nuestro entorno con los colores! Antes de abrir boca estamos ya comunicando, poniendo en común nuestro estado de ánimo.