Viejas películas, buenas historias….

Es muy difícil delimitar la calidad de una producción cinematográfica pero cuando un film es bueno las salas rebozan. Habitualmente han llenado  y llenan las salas las  películas de Steven Spielberg, Martin Scorsese Stanley Kubrick, Akira Kurosawa, Herzog, Quentin Tarantino, Orson Welles, Woody Allen, Clint Eastwood,  Francis Ford Coppola, Oliver Stone, Sergio Leone… No cabe duda  que el cine,  siendo  también la industria de todas las industrias, hija y no madre de todas las industrias,  no es solo marketing, es esencialmente fantasía.  El cine es más  que «imagen en movimiento», el cine es un arte y eso el público sabe reconocerlo y recompensarlo. Alguien, sabiendo de mi afición al cine, me pedía opinión sobre el cine español actual y cómo era posible que la mayor parte del cine español de los últimos tiempos fuese deficitario. Ante todo, no tuve más remedio que reconocer  que  el porcentaje de taquilla correspondiente al cine español en nuestro país viene situándose en los últimos años entre el 10 y el 20%, lo que proyecta una sensación de crisis que parece no tener solución. Podría haberle respondido a mi interlocutor que para hacer una buena película hace falta una inversión multimillonaria, ayudarla con operaciones de merchandising para inducir introitos paralelos, invasiones comerciales en el mercado de la home video y libros que conduzcan al lector detrás de la pantalla y que, al parecer aquí,   nada de  eso se hace. Sin embargo, le respondí,  que para que un libro o  una película triunfen, el elemento esencial es una buena dosis de  fantasía para  inventar personajes y buenas  historias. En las películas que han triunfado, el director ha sabido contar una historia; una historia que casi siempre en el cine, es un viaje, exterior o interior. Las historias son las que dan el valor a las entradas que se compran en la taquilla, es lo que hace que cuando se apagan las luces la magia  flote y nos envuelva. El cine español actual tiene todavía carencia de buenas historias. Hace unos días  volví a ver una vieja película del 67, «Guess Who’s Coming to Dinner»,  Adivina quién viene esta noche del director Stanley Kramer, con Spencer Tracy, Sidney Poitier, Katherine Hepburn y Katherine Houghton. Una buena película, con una historia bien contada, en la que afloran  sentimientos y preocupaciones sociales. Cada vez que la veo me revela un aspecto nuevo. Nunca me cansa. Cierto cine de hoy me expulsa de la sala antes de llegar al The end.