Ayer tuve la ocasión de ver en directo, a través de una TV extranjera, la salida de Roma y la llegada a Rio de Janeiro del Papa. Varias imágenes se ha n quedado impresas en mi memoria, imágenes que anuncian el tono de lo que será la Jornada Mundial de la Juventud. La primera imagen es la del papa subiendo la escalera del Airbus 300 de Alitalia, llevando una bolsa negra como cualquier viajero que sube a un avión, llevando su equipaje. Probablemente como siempre hizo cuando era cardenal de Buenos Aires y lo hacía todo sin un secretario personal. Por un periodista amigo que viaja en la comitiva, se que se entretiene en la cola del avión con cada uno de los periodistas. Me cuenta  que la periodista mexicana Valentina ALAZRAKI en nombre de todos, le pregunta  en español, si se siente entre los periodistas como Daniel en la fosa de los leones. Bergoglio, siguiéndole la broma le responde que estos leones no parecen tan fieros. Antes de dejarlos le dice que «Nos hemos habituado a la cultura del desecho», «sucede demasiado frecuentemente con los ancianos, pero ahora también con los jóvenes en lo que se refiere al trabajo». “tenemos que transmitir a todos, empezando por los jóvenes, la cultura de la inclusión y del encuentro» único antídoto real a la tragedia que  hoy vivimos, con el paro y la crisis económica.
Otra imagen que me impacta es cuando el papa llega a Rio de Janeiro y se mueve por la ciudad en un pequeño  coche utilitario para llegar al Palacio de Guanabara donde lo esperaba la  presidenta Dilma Rousseff. Durante el trayecto permanece su coche atrapado en el tráfico, sereno, no cierra la ventanilla y no se retrae al abrazo de los centenares de personas que se agolpan alrededor del coche. Los miembros del cuerpo de seguridad que le acompañan viven unos momentos de dificultad temiendo por la seguridad del Pontífice.

Por último, el encuentro con las autoridades brasileñas. Más allá del protocolo, se convierte en un dialogo franco y abierto. Su discurso había iniciado diciendo: No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón; y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo: «La paz de Cristo esté con ustedes».

El mensaje del Papa es un llamamiento  a la fe,  a la justicia social y al desarrollo, sobre todo en  beneficio de la juventud: «La juventud es la ventana por la que el futuro llega al mundo, y por lo tanto nos exige grandes retos. “Ellos – precisó el Papa- quieren encontrar un refugio en el abrazo de Cristo, justo cerca de su corazón…

Más adelante en su saludo el Pontífice aseguró que “los brazos del Papa se alargan para abrazar a toda la nación brasileña, en el complejo de su riqueza humana, cultural y religiosa. Que desde la Amazonia hasta la pampa, desde las regiones áridas al Pantanal, desde los pequeños pueblos hasta las metrópolis, nadie se sienta excluido del afecto del Papa”.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com