Ridículo aquelarre

Hace 71 años terminó la guerra civil. Hace 35 años murió Franco. Ayer, en plena crisis económica, con más de cuatro millones y medios de parados, los sindicatos y los artistas e intelectuales habituales amigos de ZP se dedicaron a movilizarse para apoyar a un juez e insultar al Supremo que le investiga por haber quebrantado la ley del Estado español. ¿Quién mira al presente y se preocupa por las penurias que atraviesa, hoy, nuestro país? Hace 71 años terminó la guerra civil, hace 35 años murió Franco y todavía hay gente que sigue enredando con ese pasado del que logramos salir, con bastante esfuerzo, con rumbo el futuro, hacia la democracia. Flaco favor a los parados, a la Justicia y al Estado de derecho. ¿Para qué habrá servido La Ley de Amnistía de 1977? ¿Por qué se empeñarán unos pocos en abrir heridas que la mayoría de los españoles queremos dar por cerradas? Un viaje en el túnel del tiempo innecesario. Y es que muchos no se quieren enterar que el franquismo, afortunadamente, murió. ¿No será que alguien lo quiere resucitar para usarlo como tapadera de los problemas reales? Da vergüenza escuchar a esos “nostálgicos” del pasado vociferar en contra del Estado de derecho, en nombre de un rencor que no lleva a ningún sitio.