Marzo deriva del latín Martivs que a su vez deriva de Mars, el nombre en latín de Marte, dios romano de la guerra.  Marzo 2013 se presenta como su nombre, intenso y belicoso. En la prensa seguiremos consumiendo el Caso Nóos, las peripecias de Método 3, el caso Bárcenas, el caso Invercaria, el caso de los Eres falsos en Andalucía, el trasnochado independentismo de CIU, la operación Pokemón, la huelga en Iberia, las distintas protestas de las mareas, blancas, negras, verdes y de todos los colores, y un largo etcétera de malas noticias no precisamente destinadas a dar estabilidad a España social y económicamente. Y olvidamos que esa no es la única realidad de nuestro país. Existen otros escenarios y muchísimos hechos  muy positivos e ilusionantes que,  sin embargo, no llenan las primeras páginas de la prensa ni los telediarios. Por citar  algunos ejemplos andaluces me referiré a la actividad creciente del Puerto Bahía de Algeciras, líder del sistema portuario español, que  sigue incrementando sus escalas y mejorando las instalaciones con alta tecnología. A Cobre Las Cruces, ubicado en los municipios sevillanos de Gerena, Guillena y Salteras, que estudia ampliar la actividad de la instalación como consecuencia de las estimaciones que, a medida que avanza el proyecto se están realizando sobre la viabilidad del aprovechamiento de otros recursos minerales contenidos en el yacimiento que complementarían el recurso principal de cobre, lo que supondría ampliar la actividad de la mina en unos 10-15 años. También referiré que Andalucía Emprende pretende crear en 2013 más de 1.800 empresas y 2.500 empleos en Málaga ;  que el sector hortofrutícola de Almería pulverizó todas las marcas en producción y en valor en la última campaña; que Abengoa sigue siendo noticia casi a diario por sus actividad y sus nuevos proyectos en España y en el extranjero; que Carbures, Matsa, Acesur, Cosentino, Hojiblanca, Coviran, Sando, Cepsa, Puleva, Inés Rosales, Osborne, Bogaris, Atlantic Copper y centenares de empresas avanzan manteniendo puestos de trabajos y creando riqueza.

No podemos negar que la realidad económica andaluza sigue marcada por la desventaja con respecto a los marcos globales españoles y europeos por la tardía llegada de los modelos industriales, sin embargo,  cuenta con un sector primario que puede ser de competitividad creciente si se siguen abriendo caminos a la exportación. En cuanto a la minería, ésta aporta más del 50% de la producción nacional y las explotaciones, con una demanda creciente, son punteras en alta tecnología. El sector aeronáutico, el segundo a nivel nacional, puede convertirse en uno de los motores del tejido industrial andaluz y en uno de los sectores con mayor potencial de futuro. El turismo genera el 12% del PIB regional, emplea a 320.000 trabajadores y alcanza unos ingresos  de 15.000 millones de euros anuales. Andalucía podría y debería crecer en este sector si ofrece un producto de primera calidad. Cuidando los mínimos particulares, aunando fuerzas entre todos los agentes que componen la oferta y con la mejora continua en infraestructuras también podría convertirse en un referente internacional para el turismo de congresos y convenciones.

El horizonte de Andalucía es ilusionante y esta nuestra Andalucía saldrá de la crisis si lo intentamos entre todos, si los políticos salen de su parálisis y dejan de poner obstáculos. El éxito de otras regiones y naciones ha sido el resultado de sumar esfuerzos entre ciudadanos y gobernantes. El primer paso es abandonar el catastrofismo y la actitud pasiva.

Los altos niveles de desempleo, la  caída de la demanda interna, la desconfianza de consumidores e inversores, la  caída de la inversión productiva han producido efectos depresivos en la sociedad. Ahora es el momento de restablecer de nuevo la confianza como factor sustancial de la recuperación, primero en nosotros mismos y luego en la capacidad de la sociedad andaluza. Se trata de recuperar la autoestima. No se trata de presunción frívola, se trata de saber que se puede. Hacer un recorrido por nuestra historia nos ayudará a comprobar  cómo hemos sido capaces de salir de situaciones aún más difíciles. Imaginemos un marzo no belicoso. Durante este mes ocurre siempre uno de los dos equinoccios del año. Este es el mes de la primavera. Un mes donde todo puede florecer.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com