El 20 N la ciudadanía española confirmó de manera contundente la confianza en Mariano Rajoy y el PP. La abismal diferencia con los resultados del PSOE nos incita a pararnos en este hecho de cara al futuro. ¿Qué pasará ahora con el PSOE? ¿Volverá alguna vez a tener mayoría absoluta? ¿Qué pasará con la izquierda en general? ¿Sucederá como en otros países donde una constelación de partidos de izquierda se tiene que poner de acuerdo si quieren gobernar?
Las identidades ideológicas del PSOE, IU, UPyD o ERC, en muchos casos, no han facilitado hasta ahora un entendimiento duradero y fructuoso. ¿Ha terminado la era del bipartidismo? ¿Volverá el PSOE a ser ideológicamente nítido? ¿Volverá a aglutinar en su seno la totalidad de las corrientes ideológicas de izquierda? ¿Volverá a contar con una definición ideológica y programática como en los tiempos de Felipe González?
El socialismo en España en estos momentos está herido, descabezado y desorientado. El descalabro que han aguantado sobre sus espaldas Alfredo Pérez Rubalcaba y Rodríguez Zapatero, también ha hecho “pupa” a Carme Chacón, a José Blanco, a Manuel Chaves, a Francisco Caamaño, Ramón Jáuregui, Rosa Aguilar, Trinidad Jiménez o Leire Pajín, que han perdido allí donde han sido cabezas de lista y, por tanto, avocados a dimitir y ceder su puesto a otros. La tarea que tendrá por delante el nuevo líder del PSOE no es fácil ya que está obligado a generar una adhesión relevante en la militancia y posteriormente en la ciudadanía.
Un gesto que podría acarrear aprobación en y agradecimiento en los españoles sería el de un traspaso urgente de poder por parte de los socialistas en el gobierno para no agravar aún más la situación provocada al país con su endeble gestión y la crisis económica.
El PSOE está condenado a languidecer si no se regenera y presenta un nuevo proyecto, un nuevo líder y una nueva marca más entonada con los tiempos. Estoy convencido que entre la militancia podrán surgir nuevas y refrescantes figuras políticas dispuestas a gobernar honradamente sirviendo al bien común. Muchos de los que en los últimos tiempos han irrumpido en las filas del partido sin arte ni oficio lo han hecho de manera efímera sin esperanza de futuro porque probablemente su acercamiento a la política no era debido a una vocación sincera de servicio sino a una mera elección profesional. Necio sería no llevar a cabo una renovación desde la raíz contando con militantes hasta ahora en la sombra y muchas otras personas validas que entienden la política como oportunidad de servir.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com