Casi 300 niñas y mujeres han sido liberadas por el ejército de Nigeria en el bosque de Sambisa, en Borno, el Estado de la Federación Nigeriana donde reinan a sus anchas los terroristas de Boko Haram. Las niñas estaban retenidas como rehenes en diferentes campos de la banda terrorista en la selva.
La liberación se ha llevado a cabo en una ofensiva lanzada por el ejército contra las posiciones del grupo extremista islámico. El portavoz de los militares ha declarado que entre los rehenes no se encontraban ninguna de las estudiantes secuestradas en Chibok el 14 de abril del año pasado, noticia que dio la vuelta al mundo y que en su momento movilizó la opinión pública internacional.
Estos delincuentes barbaros siguen usando el nombre de Dios y la religión para matar y tanto ellos con el estado islámico siguen usando a las niñas para ser vendidas como bestias o para casarlas contra su voluntad y a los niños como bombas humanas y como piezas de un ejército alimentado por el odio.
Desde Uganda a Etiopia, desde el Congo a Liberia, desde Sierra Leona a Sudan, miles de niños son usados para matar o para hacerse matar o ser esclavizados. Estos barbaros siguen mostrando una manifestación y una idea de la vida en la que solo encuentra sitio la muerte.
No nos cansaremos de pedir a la Comunidad internacional que se ocupe de esta situación de terror. Se puede hacer mucho más. Se provocan guerras por petróleo y la situación de estos niños no termina de mover el corazón y la voluntad de los políticos de occidente.
Son más de 800.000 niños, los desplazados por este horror despiadado de la organización terrorista nigeriana. Estoy convencido de que esta noticia merece más espacio en un medio de comunicación que el enfado de Podemos por ver «demagogia» en comparar la amnistía de Grecia con la de Montoro. Hay noticias que cuentan, otras como esta última no sé a quien les interesa.