Dos noticias llaman hoy mi atención. La primera son las declaraciones realizadas por Esperance Nsengimana, profesor de educación general de la escuela secundaria de Kanyagohe, en Mueso, construida por el Servicio Jesuita para los Refugiados: “Hemos constatado que los niños que ingresan voluntariamente en los grupos armados son los que no van a la escuela. Por eso es importante que en Kivu del Norte haya más escuelas y jóvenes instruidos. En clase los estudiantes aprenden la convivencia pacífica: nosotros les formamos para que mañana sean constructores de paz en el Congo”. La segunda proviene de mis amigos de Unicef que están realizando labores de campo en Siria:Tras dos años de conflicto en el país, aumenta el riesgo de que los niños sirios contraigan enfermedades debido a la interrupción grave de servicios básicos, los daños producidos a los sistemas de agua y saneamiento y lafalta de acceso a higiene. Creo que si buscase en la Red, encontraría centenares de noticias relacionadas con la infancia. Son noticias donde el protagonismo lo tienen el sufrimiento, la explotación o la muerte de niños. Los niños en muchas partes del mundo están pagando un precio terrible por la maldad y el egoísmo de los mayores. Decía Graham Greene que siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro, desgraciadamente para muchos millones de niño el futuro ha muerto ya.
¡Cuanta insensibilidad muestra hoy cierta política y economía mezquina enredada en juegos maquiavélicos de poder y ciega ante el dolor ajeno!