¡Qué difícil es interpretar nuestro tiempo! Son muchas las cuestiones que hoy afectan a la existencia humana, desde cualquier perspectiva se quiera mirar. Inmersos como estamos en esta crisis, son muchas las posibilidades y muchas las limitaciones que aparecen en el horizonte. Nuestra mirada entonará de esperanzas o nubarrones esa perspectiva según el valor que le demos a la vida, a la naturaleza y a nuestra naturaleza, al bien y al mal, al presente y al futuro. A menudo y, en vano, filosofía, psicología, sociología, política, intentan dar respuestas a nuestro tiempo. Cada persona, se aferra a través de un discernimiento más o menos profundo o sencillamente arroyado por tendencias a justificaciones más o menos cómodas para seguir su camino. Lo que tenemos, lo que permea más aparentemente la sociedad actual, nos guste o no, es el resultado de una historia política e intelectual, a la vez globalizada y local, que ha creado un cultura laicista y a menudo superficial, a la cual, hay quien se adapta o hay quien la contesta, pero pagando el precio de caminar contracorriente.
Desgraciadamente muchas de las decisiones que se toman no responden a otra razón que al antojo.
No es que el deseo vivo y pasajero de alguna cosa sea malo, pero es mejor que la resolución o determinación acerca de algo provenga de un criterio y de unos principios y no de la presión de la moda o de la cultura de turno.
Creo profundamente que el hombre puede dirigir su conducta. Les nourritures terrestres, no siempre compensan.
Muchos piensan que la belleza es una noción abstracta ligada a numerosos aspectos de la existencia humana y, estoy de acuerdo solo en parte, ya que considero la belleza no tanto como categoría abstracta, sino como necesidad vital, asociada al mensaje escrito de mil maneras, con equilibrio y armonía, en el mundo creado. La belleza puede conducirnos a sentimientos de atracción y bienestar emocional pero también puede despertar la conciencia y regalarnos la profundización de una espiritualidad o una actitud que sea al mismo tiempo compromiso por el bien común. La belleza puede ayudarnos a individualizar prioridades, gestos y momentos adecuados en los que pueda manifestarse la paz.
Los ideales no se han perdido del todo y son muchos los seres humanos que intentan crecer día a día manteniendo vivas aspiraciones, sueños y desafíos más allá de las modas. Me esfuerzo cada día en ser intérprete de esos ideales y experiencias, y constructor positivo de este tiempo en que vivimos. Me hago eco de una voz antigua: “nada de lo que es humano me es ajeno”. Por tanto, abrazo y ejerzo el periodismo como vocación, para mirar, entender y exponer la realidad, pero anteponiendo siempre el respecto a la dignidad humana. Forma parte de mi búsqueda de la Belleza.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com