Ciertas noticias despiertan un verdadero bullicio en la sociedad. Muchas de ellas son contradictorias y poco seguras, algunas falsas, otras hacen de globo sonda y la mayor parte de ellas son dolorosas o negativas. A estas batidoras de informaciones que son algunos medios  conviene acercarse sabiendo distinguir el grano de la paja, es decir diferenciando aquello que es bueno y nutriente  para la mente y el espíritu de aquello que es inútil. Douglas Adams repetía que nada viaja a mayor velocidad que la luz con la posible excepción de las malas noticias las cuales obedecen a sus propias leyes. Las malas noticias no son aquellas que nos hablan de los dolores que la humanidad padece en los distintos rincones de la Tierra donde están en acto conflictos bélicos o desastres naturales. Las malas noticias no son aquellas que documentan la vida política, económica o social, las malas noticias, son la “noticias malas”, esas que llegan envenenadas, manipuladas y predispuestas a crear división, sembrar cizaña y matar a la esperanza.

Hay que estar en guardia y vigilar para que la información sea siempre correcta y veraz. El objetivo último de toda forma de información tendría que ser el de ayudar a construir un mundo más humano y justo, en el que todos y cada uno podamos sentirnos profundamente participes y corresponsables.

 

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com