Leo que Papa Francisco ha escrito una carta a Vladímir Putin para pedir que el G20 haga algo para evitar el riesgo de nuevos sufrimientos para la población de Siria, con un ataque que masacraría aún más a una sociedad ya golpeada desde hace año por una situación de insoportable dolor. “A todos – van dirigida las palabras de Bergoglio – dirijo un apremiante llamamiento» Para el Papa buscar una solución mediante la negociación «es el deber moral de todos los gobiernos del mundo.». “El Papa – dijo el portavoz del vaticano, el padre Federico Lombardi – está manifiestamente en contra de cualquier intervención militar”. Siria necesita diálogo y unidad, asegurando integridad territorial, respeto a los derechos humanos y libertad religiosa. Afortunadamente muchas instituciones y personalidades en el mundo, como el Papa, están tratando de aportar alternativas a la intervención militar. La comunidad internacional no puede seguir pasiva ante tanto dolor, pero tiene que esforzarse en impulsar una conferencia internacional sobre la crisis en ese país para encontrar otra solución distinta a la de las bombas. También el secretario general de la ONU acaba de decir que “una solución política es la única viable para la crisis siria”. Mientras hago estas reflexiones me pregunto: ¿dónde están los del NO A LA GUERRA? Esos que en el 2003 gritaban como feroces dementes el ya famoso «NO A LA GUERRA», por las calles, en la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados y en cualquier lugar donde pudieran convocar a las cámaras de TV. Echo de menos a los Bardem, a Willy Toledo y a esa pandilla de “artistas” que defendiendo su condición de antiamericanos, anticapitalistas, republicanos y comunistas, aparecían en todos los telediarios enarbolando banderas contra la guerra. ¿Hipocresía, oportunismo, política de pancarta contra el gobierno de turno? ¿Dónde están ahora? Será que la apretada agenda holiwudiana no les deja tiempo para otra cosa.
Mientras tanto, retwuiteo a Papa Francesco, @Pontifex_it: «Mai più la guerra! Mai più la guerra!»