Los sin salvación y “Sálvame”

África oriental está sufriendo una de las sequías más desastrosas de todos los tiempos. Los expertos dicen que en los últimos 10 años no se ha visto una igual. Arriesgan de morir más de 23 millones de personas, el doble de las que perecieron en 2006. Miles de animales han perdido ya la vida. Organizaciones no gubernamentales están dando las señales de alarma y piden que los Gobiernos de todo el mundo aporten ayudas para hacer frente a la emergencia. Las naciones que se van a llevar la peor parte son Etiopia, Kenia, Somalia y Uganda. En fin, las de siempre. Aunque esta vez sufrirán las consecuencias también otras, como Sudán o Tanzania.
En algunos países, a las pésimas condiciones climáticas hay que añadirles los desastres provocados por las guerras. Es el caso de Somalia. Se calcula que un tercio de la población necesita urgentemente ayuda humanitaria. Uno de cada cinco niños sufre ya desnutrición aguda.
Son efectos dramáticos los que van a causar la falta de lluvia porque además en muchos de estos países la economía se basa en la agricultura. Nos preguntamos: ¿Cuánta gente morirá por la sequía hasta principio de 2010, cuando se espera que lleguen las primeras lluvias?, ¿Cuánta gente morirá cuando las precipitaciones lleguen y sean concentradas y violentas?
El drama que se avecina es gigantesco y, sin embargo, la mayor parte del mundo parece hacer oídos sordos ante estas tragedias. Es más fácil mirar para otro lado.
Aquí, como si nada, el nivel de superficialidad es tal que se siente vergüenza ajena. Millones de personas encantadas y enganchadas con la programación, un poco de rosa y un poco de amarilla, que emiten las cadenas de TV y que solo sirven para anestesiar al personal, para evitar que piensen, para que todo siga igual.
Bate record de audiencia, y es sólo por poner un ejemplo, la cita diaria con “Sálvame” y su conductor Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban, Karmele Marchante, Kiko Hernández, Jimmy Jiménez Arnau. ¿Habrá mayor superficialidad que enredarse en la vida de famosos y famosillos con tanto chisme y tontería? Pues eso es lo que tenemos.
Mi amigo Miquel Bonet comentaba en su último artículo en Agenda, hablando de España: “La última es la del fútbol: que el país más pobre, en términos de recesión y caída del PIB, sea precisamente el país que más dinero gasta en fútbol y quizás en otros espectáculos, pone en evidencia que el «pan y circo» sigue vigente, como los espectáculos del 1 de mayo de las décadas de los 60 que servían para acallar las protestas de la clase trabajadora”.
Manuel Bellido