Observando la actualidad política y económica de España, se tiene la sensación de que algunos políticos, en esta crisis económica, optan a menudo por el camino obsceno del egoísmo más tunante con una desfachatez sin límites sin tener en cuenta lo mal que los están pasando tantas familias. El «caso Pallerols», es un ejemplo bochornoso. Un lio en el que figuran ex-altos cargos y militantes de UDC, que finalmente han aceptado que desviaron fondos de la Unión Europea destinados a cursos de formación para desempleados a través de las sociedades del empresario andorrano Fidel Pallerols, pero a los que la Justicia ni les roza. Ellos, a los suyo, a seguir proclamando que se tienen que independizar de España…

Grandes políticos como Alcide De Gasperi nos enseñaron  y demostraron que la integridad nacional y la defensa del proyecto comunitario no son incompatibles. Muchos estamos convencidos de que el éxito de la Unión Europea reside en la cooperación y en el entendimiento. Este espíritu  es aplicable al interno de una nación como España donde solo la unidad y la cooperación entre todas las Comunidades autónomas pueden asegurar una salida airosa de la crisis. A impedirlo, la corrupción, el egoísmo, los enjuagues y la poca clase de algunos políticos.

Este virus de egoísmo, que en algunos momentos de la historia y de esta crisis hemos visto radicalizarse en nuestro viejo continente, es el mismo que ha enfermado a la cúpula política de CIU con Artur Mas  a la cabeza. Si a estas alturas ningún país europeo es capaz de afrontar la crisis por separado, imaginemos como lo podría  hacer la Comunidad Autónoma de Cataluña  independizándose de España.

Las soluciones que se buscan en Europa para la reactivación económica tienen que ser comunes, las soluciones que se tendrían que encontrar en España también tendrían que ser comunes a todas las Comunidades Autónomas.

La mayor parte de los ciudadanos siguen esperando decisiones políticas responsables que puedan contribuir al bien común de la sociedad con garantías duraderas. La crisis económica, monetaria y financiera se ha convertido en una crisis política, en una crisis de confianza en los políticos por los constante casos de corrupción y de egoísmo exacerbado de algunos.

España tiene necesidad, nuevamente de creer en sí misma, solo así es posible volver a encontrar la senda del crecimiento y del empleo. Artur Mas sigue repitiendo, con una frivolidad sin precedentes, que España es el problema de Cataluña. Se equivoca a sabiendas. El humo  y el ruido de la búsqueda de la independencia solo le sirve a el  para acallar probablemente   vergüenzas y fracasos que si salieran a la luz lo sacarían a el de la política.

Los ciudadanos con infinita paciencia siguen esperando políticos honrados y con altas miras que tengan el valor de sumar, construir, unificar, trabajar por el bien común. No podemos olvidar que De Gasperi, Adenauer y Schuman han construido Europa en tiempos más dificiles que estos. Han sabido dar esperanzas e ilusiones y los europeos han creido en ellos. Es lo que esperan, tambien los españoles,  lideres honrados que sirvan con tesón y sin egoismos a este pais, politicos que trabajen para construir el bienestar de la sociedad y no el suyo.  España necesita en todos los partidos, no “politiquillos” ni “iluminados idependentistas” sino estadistas. Ya lo decía  Winston Churchill: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com