Desde pequeño escuché a mis educadores decir que la libertad siempre conduce a la edificación interior y armoniosa del ser humano; un hecho que nos conduce a vivir desvinculados de condicionamientos, imposiciones y modas. Duele pensar que para muchos, sin embargo,  el día a día les obstaculiza a tal punto de creer que es utopía la sola idea de libertad.  Llegados a ese extremo muchos se esconden detrás de un robusto caparazón y se resignan, otros sacando fuerza de flaqueza no pierden la confianza de poderla vivir pasando de largo del humo de las limitaciones, restricciones y condicionamientos que afectan al comportamiento cotidiano, entre los que se encuentran los ríos de información que bombardean la sociedad orientando el pensamiento colectivo.

La reflexión viene a propósito de una mail que he recibido esta mañana de un lector agradecido por el contenido y la elaboración de las noticias que cada día proponemos  en www.informaria.com.  En su mail me hablaba no solo de la libertad de los  Medios a la hora de dar informaciones, también me hablaba  de la libertad del lector. Una carta edificante que me ha hecho reflexionar. De vez en cuando escuchar la voz de los lectores ayuda a seguir mejorando.  Es bueno para nosotros preguntarnos  cada vez que elaboramos una noticia si la información que publicaremos condicionará o será reductiva de la libertad personal del lector.

Creo que desde fundamos esta empresa informativa, en nuestras prioridades como editores hemos insistido a los redactores que valía la pena el esfuerzo constante por ser objetivos, por no manipular, por escuchar todas las fuentes y todas las opiniones.

No hay que olvidar tampoco que la comunicación de masa pasa a través de un proceso fuertemente dominado por elementos de naturaleza técnica y de estructuras de tipo industrial, en los que la libertad de quien comunica es enorme, mientras que la de quien recibe la comunicación es a menudo modestísima e incluso tiende a anularse

Tengo que decir que no es fácil la tarea diaria de intentar conocer la verdad, permanecer libres, y comunicarla al mayor número de personas.

La libertad de quien informa y de quien es informado es un tema del que no podemos olvidarnos nunca en las redacciones. Como decía Ramiro de Maeztu  la libertad no tiene su valor en sí misma: hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen. Como la verdad, otro pilar del periodismo autentico, la libertad puede ser difícil de conseguir pero no imposible.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com