Siempre me he preguntado cómo es posible que se pueda prever el paso de un cometa cerca de la Tierra un siglo antes y no seamos capaces de prever que tiempo hará dentro de quince días. En la mejor de las hipótesis el meteorólogo nos dará una aproximación de lo que pasará cuatro días antes. Imaginaba que el perfeccionamiento de los instrumentos que analizan el tiempo a través de los satélites consentiría de saber que temperatura, que vientos, que precipitaciones tendríamos un mes antes. Sin embargo, casi nunca es así. A veces nos llevamos sorpresas inesperadas. El tiempo es imprevisible por definición: resultado de una suma de incertezas y de un sistema dinámico de inestabilidades. Esto explica que una mínima variación, en cualquier parte del planeta, causa enormes consecuencias en el resto: se trata de eso que llaman el “efecto mariposa”. ¿Os suenan estas frases? : «El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo», «El aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo», «El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo».
El aleteo de una mariposa en Moscú puede provocar un ligero hálito, que poco a poco, puede convertirse en un huracán que se extenderá por toda Europa.
En política, en economía, en cultura también es verificable este fenómeno. Preparémonos para los huracanes que se pueden producir en toda España, gracias a los “aleteos” populistas o independentistas que se van a producir en algunos ayuntamientos y Comunidades Autónomas.