La naturaleza es nuestra segunda casa

He tenido ocasión de visitar la semana pasada el Cañón del Río Lobos a 17 Km. de Ucero. Es un espacio natural maravilloso desde el punto de vista paisajístico-ecológico, con riberas más o menos cubiertas de vegetación y cortados rocosos que también cortan la respiración. Es un sitio muy rico también en especies particulares de flora y fauna. Ese paseo me proporcionó una reflexión sobre la relación entre el hombre y los recursos naturales y lo atinente a la protección de los ecosistemas. En Andalucía no parece existir en todos los niveles de la población la conciencia del carácter finito de los recursos naturales. Se ve claramente por la suciedad y las basuras que se amontonan en nuestros bosques, en las riberas de nuestros ríos y en los entornos de nuestras playas. No cuidar nuestros recursos naturales es la mejor manera de arriesgar la extinción de los mismos. Los gobiernos trabajan por presentar y concienciar sobre un tipo de modelo de desarrollo que haga viable la vida en el planeta en el presente y en el futuro. También la protección jurídica del medio ambiente avanza y está logrando pleno reconocimiento por parte de las empresas y la ciudadanía en general, pero tampoco es suficiente. Se necesita la aportación de todos y la conciencia de que el campo, la playa, el bosque son nuestra segunda casa. El concepto de ecosistema tendría que calar en todos y entenderlo como un complejo de bienes naturales y culturales de los cuales depende la calidad de vida de las personas que habitan en él. Es de esperar que la desalentadora situación que sufren ciertos parajes naturales andaluces pueda ir revirtiéndose gracias al esfuerzo de todos, de lo contrario las futuras generaciones sufrirán gravemente sus consecuencias. Alguien me ha dicho recientemente que la naturaleza recicla sus propios residuos pero no es capaz de digerir las basuras que el ser humano genera. Me ha gustado también mucho la recomendación que hace el Área de medio ambiente de una Diputación Provincial: “Procura dejar todo como estaba y pasar por la naturaleza lo más inadvertido posible”.