El otro día, viendo a un grupo de chávales en la puerta de un Instituto sevillano, charlando y descargando en sus móviles  las ultimas aplicaciones Android y juegos gratis disponibles en la red, me surgió una pregunta: ¿Prueban algún interés estas nuevas generaciones por Cervantes, Shakespeare o Dante? Tuve la sensación que no. Era solamente mi impresión, ya que no les pregunté,  pero imaginé además que  ni siquiera habrían sabido responder a algunas preguntas relacionadas con la Cultura Humanística en general. Ya en mis tiempos de estudiantes, y no existía ni siquiera la PlayStation, cuando don Juan Manuel Espinosa, profesor de Lengua y Literatura, hablaba de ciertos argumentos, un sector de la clase parecía un muro y nuestro profesor se transformaba en una trasparencia ante sus ojos. Naturalmente había excepciones y algunos estaban hasta suscritos al Círculo de Lectores, para leer a los Clásicos. Eran esos a los que les gustaban las historias. La literatura cuenta historias y escuchar o leer historias es una necesidad primaria del ser humano.

Una vez una amiga profesora, me refería que en ciertas materias, había que coger a los alumnos uno a uno, casi de la mano, para conducirlos dentro de los argumentos. Para que yo lo entendiera me dijo que ni siquiera Dante habría conseguido atravesar el Infierno y el Paraíso, si Virgilio y Beatriz con tanta generosidad no lo hubieran acompañado y con paciencia le hubieran ido explicando donde se encontraba y que estaba sucediendo.

A menudo con algunos amigos hablo de Literatura, y más de una vez he escuchado comentar a algunos de sus hijos, que nos escabuchaba, que éramos unos aburridos, hablando de gente que había muerto hacia tantos siglos.

Siempre digo que la Cultura Humanística no es solamente materia  para especialistas. Tampoco es exclusivamente mangar refinado para recrearse en la Belleza. La Literatura es también herramienta útil y ventajosa. La literatura nos conduce por los senderos de la gramática y de la sintaxis, instrumentos imprescindibles para construir un texto comprensible y comunicarnos mejor.

Esta mañana mientras escuchaba la conferencia de una dirigente política sentí vértigos en algunos momentos con ciertas frases de su discurso. Probablemente la estresada vida en la Administración Pública no le deja mucho tiempo para dedicarlo a la lectura. Todos tendríamos que buscar un momento durante el día para sumergirnos en las buenas letras. De ciertos alimentos no se debería nunca prescindir.

por @mbellido

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