¡Cuantas veces hemos escuchado durante nuestra vida la palabra inútil y cuantas veces la seguiremos escuchando! La palabra inútil significa que algo no sirve para nada. A menudo hemos escuchado: “es inútil que grites”, “eres un inútil”, “se quedó inútil”, “esa es una compra inútil”… Se usa para transmitir que algo es inservible, inaprovechable, ineficaz, inoperante, improductivo, infructuoso, vano, estéril, baldío. Ciertos autores la usan con contundencia como Jorge Luis Borges: “La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa”. Frédéric Chopin: “Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es”. Confucio: “Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil”. François de la Rochefoucauld: “Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte”. Así podría seguir citando miles de frases que cuentan una verdad, a veces subjetiva, a veces más objetiva, porque como decía Thomas Alva Edison: “Que algo no funcione como tú esperabas no quiere decir que sea inútil”.
Hay quien busca la utilidad en todo, sin embargo, creo que existen cosas valiosas que carecen de utilidad. Sin ir más lejos cuando buscamos el valor económico de las cosas descubrimos que las apreciaciones y evaluaciones ponen en evidencia la famosa paradoja sobre del valor: “el agua es más útil que los diamantes, pero estos tienen un precio más alto en el mercado”. Creo que el problema aparece cuando intentamos mezclar el valor con el valor de uso. ¿Es quizá la escasez la clave para valorar una cosa?, ¿Es su uso?, ¿La productividad que genera?.. Volviendo al tema de la utilidad creo que lo útil y lo inútil depende de cada uno, del momento que vive, de la actitud ante la vida y de los valores con los que camina. Me quedo con las reflexiones de dos filósofos que siguen iluminando nuestras vidas. “Solo es útil el conocimiento que nos hace mejores” Sócrates. “No hay cosa honesta que no sea útil” Séneca.