Existe un colectivo de profesionales en España que desde 1850 está trabajando para dar respuestas eficaces a la industria y a la sociedad en general.
Ellos son los artífices de incalculables proyectos y de infinidad de productos de los cuales nos servimos y usamos directa o indirectamente a diario, en muchos casos desconociendo la procedencia de ideación y elaboración.
Su campo de acción abarca ámbitos tan diversos como la mecánica, la química, la electrónica, las construcciones industriales, las energías renovables, la informática, el medio ambiente, el transporte, la termoenergética, la electrotecnia y un sinnúmero más de disciplinas.
Aportan sus competencias en empresas públicas y privadas donde investigan, dirigen, proyectan, organizan y sobre todo innovan.
Algunos imparten docencia para seguir capacitando a las nuevas generaciones de esos conocimientos científicos-teóricos que permiten desarrollar las actividades de la industria.
Son los ingenieros industriales que en estos meses están celebrando su sesquicentenario.
En este momento histórico de cambios desmedidos denominado era de la información que nos obliga a caminar por los laberintos de las nuevas tecnologías y donde este mismo avance está generando nuevos moldes sociales y económicos e incluso determinando nuevos modelos políticos, los ingenieros industriales, con su capital humano, tienen un papel fundamental en Andalucía.
El nuevo globalismo económico-tecnológico obliga a nuestra región a innovar urgentemente para mejor competir y ¡quiénes mejor que el colectivo de la ingeniería industrial para encabezar este proceso!
Ellos pueden asegurar desde sus aportaciones de creatividad e innovación el empuje necesario para alcanzar los logros colectivos que nos merecemos.
A ellos pedimos una mayor y activa presencia pública, de manera individual y colectiva, que, impregnada de imperativos éticos, marque diferencias y prestigie la profesión. A los poderes públicos demandamos más inversiones en I+D+I para mejorar nuestra posición tecnológica y así sacar a flote la cabeza de nuestra economía. Y a la sociedad pedimos apoyo y estima. Este nuevo protagonismo de los ingenieros industriales beneficia a todos.