Con el pretexto de salvarles y de ayudarles, traficantes sin escrúpulos están secuestrando niños y niñas de Filipinas, víctimas del Tifón  Haiyan para venderlos a pedófilos repugnantes. Otros desalmados también están ganando dinero a través de adopciones ilegales. No es nada nuevo, estas situaciones se han repetido a raíz de calamidades naturales en otras partes del mundo.  Ahora en Filipinas donde las cifras oficiales hablan de 8 millones de afectados,  el número de muertos crece  a diario y la situación sanitaria se agrava, aparecen estos buitres sin  miramientos a jugar con la vida de estos niños.  Es intolerable que las manos y las miradas obscenas de estos delincuentes manchen la inocencia de esta infancia huérfana. No pueden venirme a la mente otras palabras que las que el Evangelio de Mateo refieren de Jesús: “…al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino, de las que mueve un asno, y lo hundieran en el fondo del mar”.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com