Hoy mientras buscaba una frase para citar en mi blog, he leído una frase del físico alemán Max Planck, considerado el padre de la teoría cuántica y premio Nobel de Física en 1918, que me ha hecho reflexionar. «Ciencia y religión no están en contraste, sino que tienen necesidad la una de la otra para completarse en la mente de un hombre que piensa seriamente». Un diálogo necesario en el que vengo profundizando a través de las obras de Pierre Teilhard de Chardin y otros científicos de su época que son las lecturas que me acompañan en estos primeros meses de 2014.
Por tanto distinción pero no separación. Experiencia y «trascendencia» son distintas en sus niveles, pero no aisladas e incomunicables.
También Einstein, en Out of My LaterYears llegaba a acuñar la conocida fórmula: «La ciencia sin la religión está coja. La religión sin la ciencia está ciega».
No quiero comentar ninguna de las dos frases porque de por sí abren muchos caminos de reflexión y no quiero limitarlos.