En los días festivos, la lectura del periódico es más pausada; es más  lenta de lo habitual. El progreso a través de las noticias, que a menudo salta alguna para continuar en otra página es más sereno. Se percibe más claramente que las informaciones que se esconden en los diferentes artículos resaltan, además de por su contenido, por el tono de su redacción. Sus estilos van desde lo excesivamente desapasionado  hasta lo descaradamente subjetivo,   desde lo respetuoso a lo irónico y, entre medio, encontramos los anuncios, que la mayor parte de las veces no se leen,  se ojean.

En esta observación relajada se comprende que la lectura del periódico debería contribuir entre otras cosas a dar origen a una comunidad visible, la humanidad; el conjunto formado por todos los seres humanos repartidos por el Planeta. Sin embargo, a veces, nos decepcionamos porque no se hace realidad este deseo.   Por el límite del espacio, por la línea editorial, por la falta de información o de interés de la redacción o por otras causas políticas o económicas, no todos los periódicos nos abren siempre la visión a toda la humanidad. Desgraciadamente los criterios que condicionan la aparición de la noticia,  su posición y su extensión en el  periódico no siempre son objetivos.

Los periódicos que en su lógica están hechos para ayudar a los hombres a vivir juntos, son también a menudo, fuente de división. Los periódicos, que tendrían que ayudar a  los seres humanos a saltar de la dimensión personal a la dimensión colectiva y comunitaria, no siempre lo hacen, es más, limitan  nuestra mirada a lo cercano y a veces sin importancia vital,  omitiendo lo lejano pero tremendamente grave. Quien selecciona las noticias, quizás olvidan  que ya no existe conflicto lejano, todo, en cualquier parte del mundo se desarrolle, nos afecta. Otras de las sombras que detecto en este día festivo leyendo la prensa es el relativismo ético que  permea  muchas de sus  informaciones, mezclando mensajes inteligentes y serios con otros superficiales o transformando en espectáculo la existencia humana, instrumentalizando sin pudor el sufrimiento o la privacidad.

No hay página, y llevo ya muchas ojeadas, donde lo político no sea el principal protagonista.

Creo que uno de los retos que la sociedad  tiene hoy es la de aprender a usar los medios de comunicación sin dejarse usar. Uno de los retos que los medios tienen hoy es dejar de ser infalibles medios de poder y convertirse cada vez más en servicio público y servicio al bien común. El mundo, hoy más que nunca, tiene sed de información autentica, de ideas constructivas, de valores sanos, de instrumentos de unidad.

 

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com