Hoy en el Congreso de los Diputados tres mujeres se quitaban la parte de arriba de sus vestidos y mostrando sus pechos comenzaron a gritar “aborto es sagrado” Las tres mujeres eran activistas del grupo FEMEN, colectivo feminista radical de izquierda. Los parlamentarios de Izquierda Unida aplaudían. Una parte de la izquierda, probablemente carente de argumentos,  no tiene más remedio que montar el numerito y  dar espectáculo para llamar la atención. Cuanta incoherencia llamar “sagrado” al atentado contra al más fundamental de los derechos humanos, el derecho a la vida. La destrucción del embrión ya anidado en el útero de una mujer es un crimen.

Hoy precisamente, me enviaban un artículo interesante sobre el origen del ser humano (D. Epel, Scientific American, 237 (1977):129). De donde extraigo un fragmento sobre el argumento: “la interacción de un espermatozoide y un óvulo señalan una línea divisoria entre la vida y la muerte. Si las dos células interactúan exitosamente y se produce la fertilización, sus núcleos (cada uno conteniendo la mitad del complemento total de cromosomas) se combinarán, y comenzará el desarrollo de un nuevo individuo. Si no ocurre una interacción exitosa, las dos células morirán en el espacio de horas o a lo más en pocos días”. El mundo científico está de acuerdo que desde el momento de la concepción comienza la existencia de un ser humano distinto del padre y de la madre, y ese ser humano que está vivo y crece por la continua división celular, es incuestionablemente, un individuo humano único desde su implantación en el útero materno. El feto, es un ser humano y tiene derecho a la vida y al reconocimiento de su personalidad jurídica, se pongan como se pongan los que envuelven  el aborto con palabras como libertad, igualdad, progreso…

El aborto es matar a un ser humano sin su consentimiento. No es justo que la felicidad de una adulta sea superior al derecho a la vida de un ser más frágil y que no tienen capacidad para defenderse. ¿Qué derecho tiene un ser más fuerte para eliminar a otro más débil? ¿Quién puede denominar sagrado un crimen  como gritaban las activistas de grupo FEMEN?

Ese tan cacareado derecho al aborto, derecho a decidir, ha de ser ponderado teniendo en cuenta la existencia de otros derechos y libertades en juego, en particular, los del ser humano concebido y no nacido aún.

Triste espectáculo el de hoy en el Congreso y triste encrucijada sangrienta que intenta  desequilibrar la balanza de los derechos a favor de la mujer y contra el no nacido.

Los legítimos derechos de la mujer sobre su propio cuerpo terminan donde comienzan los derechos del niño concebido en su vientre.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com