“El reto energético es un reto de seguridad, de solidaridad y de sostenibilidad”
Manuel Bellido: Son muchos los retos a los que nos enfrentamos los europeos, entre otros, hacer frente al aumento de la demanda energética, la volatilidad de los precios o las perturbaciones del suministro. ¿Existe un Plan en la UE para afrontar estos desafíos?
Miguel Arias Cañete: Efectivamente, la Unión Europea se enfrenta a retos de gran envergadura a los que sólo podemos dar respuesta si articulamos estrategias comunes a nivel europeo. Uno de los retos más importantes, directamente relacionado con el crecimiento y la creación de empleo, es precisamente el reto energético, que es un reto de seguridad, de solidaridad y de sostenibilidad. Frente a este reto, esta Comisión Europea se ha marcado como una de sus prioridades la consecución de una auténtica Unión de la Energía que garantice que los ciudadanos y las empresas de la UE tengan acceso a un suministro energético seguro, asequible y sostenible. Desde que asumí el cargo de comisario de acción climática y energía, hace poco más de un año, he realizado un trabajo muy intenso para contribuir a que esta Unión de la Energía se convierta en una realidad. En este año ha sido especialmente importante ya que hemos conseguido, a pesar de las múltiples dificultades, el primer acuerdo global sobre cambio climático de la historia. Desde el punto de vista personal es una recompensa al esfuerzo y las horas de trabajo, pero lo más importante para mí es que la Unión Europea ha sido capaz de consolidar su liderazgo global en política climática y porque es la señal que necesita nuestra industria hacia una mayor sostenibilidad.
Manuel Bellido:También tenemos que reducir el impacto medioambiental del sector de la energía. La UE ha prometido bajar las emisiones para 2030. ¿Es optimista respecto a lograr un compromiso global y que la UE cumpla?
Miguel Arias Cañete: El acuerdo de París ha sido un logro histórico del que podemos sentirnos orgullosos. Es el primer acuerdo global climático de la historia por el cual se han comprometido más de 187 países a reducir sus emisiones. Es una señal inequívoca de todos los Gobiernos de que la transición energética hacia una economía baje en carbono es un proceso irreversible. Con respecto a nuestros compromisos de reducción de emisiones, la buena noticia es que ya hemos logrado nuestro objetivo para 2020, estamos ya en el 23%. Esto ha sido posible gracias a las políticas climáticas desarrolladas por la UE y en gran parte a las energías renovables. En este sentido, hemos sido un ejemplo a nivel mundial. Incluso antes de la cumbre de Paris, presentamos la reforma del Régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero (ETS por sus siglas en inglés) para el periodo 2020-2030.
Este año seguiremos haciendo esfuerzos y presentaremos entre otros, un paquete legislativo en eficiencia energética y renovables este otoño.
Manuel Bellido: La Unión quiere reducir la dependencia energética que tenemos, buscar la soberanía energética europea. ¿Qué está haciendo para asegurar otras opciones de suministro?
Miguel Arias Cañete: Este año tenemos previsto lanzar varios paquetes legislativos importantes para completar y reforzar la Unión de la Energía. Nuestro objetivo es fomentar la seguridad energética mediante la diversificación de nuestras rutas, fuentes y proveedores, la construcción de las infraestructuras energéticas estratégicas, especialmente las interconexiones, una mejor integración y un uso energético más eficiente en Europa, y avanzar en nuestra transición hacia energías más limpias y sostenibles. Europa es la región del mundo que mayor cantidad de energía importa. Debemos trabajar para reducir nuestra dependencia energética y diversificar rutas, fuentes y proveedores. Para ello, hemos propuesto recientemente un paquete sobre la seguridad de abastecimiento de gas que incluye medidas para promover un uso más eficiente de calefacción y refrigeración; para fomentar un mercado europeo de gas natural licuado; para asegurar la seguridad energética de todos y cada uno de los Estados Miembros; y para promover nuevas fuentes para la importación de gas natural. También estamos estableciendo asociaciones estratégicas con países productores y de tránsito como Turquía, Argelia, Azerbaiyán, Turkmenistán, Oriente Medio, África, Iran y otros suministradores potenciales.
Manuel Bellido: Se podrían impulsar nuevas interconexiones entre Estados miembros. ¿Qué beneficios tendría?
Miguel Arias Cañete: Uno de los pilares centrales de la Unión de la Energía es lograr una mayor integración del mercado. Las suficientes interconexiones entre Estados miembros son indispensables para acabar con el aislamiento energético de algunos Estados miembros como España, Portugal, los Estados Bálticos o Chipre. Desde la Comisión Europea, hemos impulsado la creación de grupos de alto nivel para avanzar la integración de los mercados. En este sentido, estamos haciendo muchos progresos. El año pasado se inauguró la primera línea de interconexión eléctrica entre España y Francia. La falta de suficiente interconexión eléctrica es también un impedimento para asegurar, por ejemplo, que las energías renovables se integren plenamente en nuestra matriz energética o para conseguir alcanzar mayores cuotas de competitividad.
Manuel Bellido: La Unión se ha marcado como objetivo que un buen porcentaje de la energía que consuma, posiblemente por encima del 20% provenga de las renovables. Sin embargo, el sector se queja aquí de incertidumbre. ¿Cómo está apostando la UE por estas fuentes?
Miguel Arias Cañete: Las renovables han cambiado el panorama energético para bien y están aquí para quedarse. Nos permiten descarbonizar nuestra economía en línea con el Acuerdo de París, aumentan nuestra seguridad de suministro al ser una fuente autónoma y, además, promueven inversiones, crean empleo y favorecen el crecimiento económico. En sus proyecciones, la Agencia Internacional de Energía estima que para implementar el acuerdo de Paris, se necesitarán 13,5 billones de dólares de inversiones mundiales entre 2015 y 2030. De estos, hasta 7,1 billones son en renovables, y el resto en eficiencia energética y otras tecnologías bajas en emisiones. Es decir, un promedio anual de movilización de inversiones de unos 840 mil millones de dólares. Estos datos demuestran que la política climática es una gran oportunidad económica y tiene un enorme potencial para generar crecimiento. El sector de las renovables ya emplea a un millón de personas y genera un volumen de negocio de 130.000 millones de euros anuales. La Comisión Europea tiene un compromiso claro de potenciar el papel de las energías renovables. Este otoño presentaré propuestas concretas para asegurar, entre otras cosas, que el mercado eléctrico es capaz de aumentar la presencia de renovables en la matriz energética, y asegurar con ello que la Unión Europea siga siendo número uno mundial en estas tecnologías.
Manuel Bellido: Casi todos los países europeos quieren más renovables. Si seguimos desarrollando la política de energías renovables, la UE podría ser líder mundial en este sector y España jugar un importante papel. ¿Lo ve posible?
Miguel Arias Cañete: La Unión Europea ya es número uno en tecnologías renovables. Las empresas europeas poseen nada menos que el 40% de todas las patentes de energías renovables. Como decía antes, estamos trabajando para integrar la península ibérica en el mercado eléctrico europeo. Dicha integración permitiría a España desbloquear todo su gran potencial en el sector de las energías renovables permitiéndole jugar un importante papel. Tenemos un objetivo muy ambicioso para 2030: un 27% del consumo de energía ha de proceder de fuentes renovables, lo que afianzará el liderazgo de la UE en este sector.
Manuel Bellido: Algunos países quieren eliminar la energía nuclear para 2020. ¿Cuál es el futuro? ¿Cómo está mejorando la UE la seguridad de las centrales? ¿Considera la energía nuclear una opción segura?
Miguel Arias Cañete: El mix energético es una competencia exclusiva de los Estados Miembros. La seguridad nuclear es prioridad absoluta para la Comisión Europea. En este sentido, este año presentaré una comunicación sobre Programa Indicativo Nuclear (PINC) que describirá la situación en los Estados Miembros que han optado por este tipo de energía. Además, esta comunicación incluirá un análisis de las tendencias del mercado a nivel global y de la UE y las inversiones necesarias para el desmantelamiento de las centrales existentes o la prolongación de su vida siempre manteniendo los niveles de seguridad más altos posible.
Manuel Bellido: Muchos científicos y tecnólogos nos auguran que con la penetración de nuevas tecnologías, habrá una electricidad abundante y barata al alcance de la mano. El futuro, según algunos, puede que pase por unas superredes que repartirán energía por el mundo y las personas podrán generar y almacenar energía en sus hogares. ¿Está en el horizonte de la UE este panorama?
Miguel Arias Cañete: Está claro que el sistema energético de la UE está en una encrucijada y debe modernizarse y hacerse más sostenible. Los consumidores van a adquirir cada vez un papel más importante. Las instituciones políticas deben facilitar esta transición con las políticas adecuadas. Ya es posible generar y almacenar energía en sus hogares pero es necesario contar con un marco de políticas que desbloqueen todo el potencial de estas nuevas energías limpias y faciliten su uso.
Manuel Bellido: ¿Existen en este sentido sinergias entre la Unión de la Energía y la Agenda del mercado único digital?
Miguel Arias Cañete: En efecto, es necesario promover las sinergias entre la Unión de la Energía y la Agenda del mercado único digital. Las tecnologías inteligentes como los Smart meters son clave para mejorar la eficiencia energética. De este modo, se logrará una mayor flexibilidad en el mercado y, en su caso, se reducirá la factura de los consumidores. Imagínense los beneficios de, por ejemplo, poder encender y apagar las luces y la calefacción desde una aplicación en nuestro teléfono inteligente. Además, esta digitalización del uso de las energías puede suponer nuevas oportunidades para Pymes que se están creando y adentrando en estos mercados.
Manuel Bellido: Háblenos del Plan Juncker. ¿Es posible aplicarlo a proyectos de eficiencia energética?
Miguel Arias Cañete: Por supuesto. El objetivo del Fondo Europeo para las Inversiones Estratégicas, también conocido como Plan Juncker, es el de procurar un clima propicio a la inversión privada con la mínima inversión pública posible, y acabar movilizando 315.000 millones de euros en los próximos 3 años. En menos de un año, bajo este Fondo para Inversiones Estratégicas se han aprobado ya 17 proyectos energéticos y climáticos, 6 de ellos son proyectos de eficiencia energética; como por ejemplo, un préstamo de 400 millones de euros que el EFSI ha concedido recientemente a Francia para mejorar la eficiencia energética de edificios residenciales privados.
Manuel Bellido