“En Andalucía, la accesibilidad turística es una de las piedras angulares de la planificación que diseñamos para el sector”

Manuel Bellido: ¿Qué importancia tiene la accesibilidad en el modelo de desarrollo turístico del siglo XXI?

Francisco Javier Fernández Hernández: Tiene una importancia capital. Un turismo accesible y para todos consiste en crear productos y servicios que puedan disfrutar en condiciones de igualdad las personas con movilidad reducida o con cualquier tipo de discapacidad. Se trata de que desarrollemos un turismo basado en la plena integración de estos colectivos, de manera que puedan obtener durante su actividad una satisfacción individual y una mejora de su calidad de vida. De hecho, la Organización Mundial del Turismo celebró el pasado 27 de septiembre el Día Mundial del Turismo bajo el lema ‘Turismo para todos: promover la accesibilidad universal’. Con esta efeméride, se puso de manifiesto la importancia de acercar a todos el derecho a viajar, así como la obligación legal y moral que tienen los destinos de atender en igualdad de condiciones a personas con necesidades especiales, un colectivo que, además, constituye un segmento de interés económico para el negocio turístico mundial. En este sentido, resulta interesante conocer los siguientes datos: este mercado agrupa en torno a los 2,5 millones de personas en España y 36 millones en Europa que suelen viajar en distintas épocas del año y desplazarse habitualmente con acompañantes.

Manuel Bellido: ¿En qué punto se encuentra la accesibilidad turística en Andalucía?

Francisco Javier Fernández Hernández: La accesibilidad se ha incorporado de una manera transversal desde hace tiempo en todas las políticas que desarrollan tanto la Junta como la Consejería con competencias en turismo. Así, en Andalucía, la accesibilidad turística es una de las piedras angulares de la planificación que diseñamos para el sector, ya que se trata de un aspecto que permite a los destinos convertirse en referentes de la igualdad de derechos y condiciones de todas las personas, al tiempo que ayuda a la creación de una oferta sostenible y genera un valor añadido para el resto de viajeros. De hecho, el impulso a esta tipología no es sólo un compromiso ético, sino una obligación que se encuentra recogida en la Ley del Turismo autonómica, que marca como pauta de carácter general y como referente en varios puntos de su articulado el diseño, desarrollo y puesta en marcha de políticas enfocadas a la calidad integral, incorporando la accesibilidad como uno de los objetivos en las líneas de actuación. Por ello, nuestro Plan de Calidad Turística 2014-2020, dentro de las medidas de excelencia, incluye programas específicos para el impulso de aquellos proyectos que fomenten la incorporación de medidas de accesibilidad en los establecimientos y servicios turísticos, además de otras de sensibilización e información sobre la necesidad estratégica de crear productos y entornos para todos.

Manuel Bellido: ¿Cuáles son las principales barreras en materia de accesibilidad a las que nos enfrentamos?

Francisco Javier Fernández Hernández: Existen barreras en distintos ámbitos, aunque, en mi opinión, el principal problema es la desinformación y la falta de atención a la accesibilidad, no sólo en el ámbito turístico, sino en muchos otros. Para poder concebir un turismo inclusivo pleno, es fundamental no sólo el acceso a la información por parte de las personas que tienen alguna discapacidad, sino también la formación del personal del destino en sí, la concienciación de la población, de los ayuntamientos, de las empresas y,  en definitiva, de todos y cada uno de nosotros. Los problemas más habituales de las personas con discapacidad pasan por la imposibilidad de acceder a la información de un destino o poder confiar en la que reciben (webs accesibles, ficha de información, etc.); por una normativa insuficiente o su incumplimiento; por la existencia de algunas actitudes negativas, fruto de los prejuicios y el desconocimiento; o por la ausencia de infraestructuras, transportes y servicios adecuados (rampas, textos, audios, alturas y accesos de los aseos, entre otras).

Manuel Bellido: ¿Cómo valora la concienciación de las empresas, establecimientos y entidades en materia de accesibilidad?

Francisco Javier Fernández Hernández: Afortunadamente, la concienciación es cada vez mayor. No sólo en un sentido solidario, cada vez más extendido y asumido de manera individual y colectiva, sino también por que las empresas y entidades del sector son conscientes del potencial que supone este mercado, por su capacidad de generar nuevas oportunidades de negocio y también como elemento diferenciador de los destinos. Con ello, este segmento se ha convertido en un objetivo estratégico de la planificación empresarial e institucional de cara al futuro, ya que es evidente que mantener y desarrollar la calidad y sostenibilidad de un destino requiere atender la accesibilidad, integrándola como un elemento más en la ordenación de los recursos y servicios.

Manuel Bellido: Su Consejería acaba de elaborar el Estudio y la Guía de Destinos Accesibles, ¿en qué consiste?

Francisco Javier Fernández Hernández: La accesibilidad no es sólo un símbolo de igualdad, sino también de calidad, y esa es la apuesta que tenemos que hacer desde Andalucía, dotando también a los propios ayuntamientos, hoteles, e infraestructuras de una herramienta que les permita valorar el punto en el que se encuentran y saber en qué deben mejorar. Por ello, es preciso colaborar con colectivos y asociaciones como la ONCE, ILUNION Tecnología y Accesibilidad o el CERMI, pero también entre la sociedad civil y las empresas con el apoyo de las administraciones para avanzar en la igualdad de oportunidades. Ese es, precisamente, el espíritu del Estudio y Guía de Destinos Turísticos Accesibles que hemos presentado. Se trata de una herramienta que la Consejería pone al servicio del sector en formato de aplicación (app para iOS y Android) con su correspondiente mapa y sitio web y una doble vertiente: por una parte, aportando información de utilidad a los viajeros con alguna discapacidad sobre los destinos y servicios accesibles de la región; y por otra, como un instrumento para empresas e instituciones que, de forma gratuita, podrán evaluar el grado de accesibilidad de sus recursos y cómo mejorarlo. El objetivo de este proyecto es analizar la situación de partida de los principales destinos en este ámbito, además de proporcionarles las herramientas y metodología necesarias para procurar su transformación en destinos accesibles. Para ello, consta de una guía de pautas y recomendaciones, así como una autoevaluación online. Esta es una herramienta viva que recoge inicialmente 24 destinos y 144 recursos o empresas, a los que se irán sumando más progresivamente, y consta de descripciones, fotografías, datos de contacto y valoración de los indicadores utilizados.

Manuel Bellido: ¿Cómo ha afectado la implantación de las nuevas tecnologías en la accesibilidad turística andaluza?

Francisco Javier Fernández Hernández: De una manera fundamental. Las nuevas tecnologías son básicas para mejorar la accesibilidad a la información y, por tanto, han supuesto una revolución en este ámbito. A través de ellas, millones de personas con discapacidades diferentes han podido acercarse a fuentes de información que hace unos pocos años les estaban vedadas. Son el futuro, está claro y, por ello, nosotros queremos impulsar su uso y que toda nuestra oferta esté al alcance de un clic, de una forma universal, incluyente.

Manuel Bellido: ¿Qué otras actuaciones han impulsado desde la Consejería para mejorar la accesibilidad?

Francisco Javier Fernández Hernández: Ya he mencionado que, en el ámbito normativo y de planificación de la Consejería, la accesibilidad juega un papel protagonista, pero es que no se trata tan solo del mandato legal que parte de la Ley del Turismo o de la recientemente aprobada Ley del Deporte, sino que tenemos la voluntad política de contribuir a unos servicios de calidad en el sentido más amplio, construyendo una marca que englobe todos los aspectos que revierten en la percepción del destino por parte del visitante, de cualquier visitante. Por ello, tenemos en marcha un conjunto de actuaciones y líneas estratégicas específicas, donde se enmarcan proyectos como el ‘Estudio y Guía de Destinos Accesibles’ del que hablaba antes, u otras iniciativas como el protocolo general de colaboración suscrito entre la Consejería y el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de Andalucía (CERMI-Andalucía), que incluye, entre otros aspectos, la incorporación de esta organización en el Consejo Andaluz de Turismo como miembro de pleno derecho.Por otra parte, entre las actuaciones llevadas a cabo destacaría la edición del ‘Manual Corporativo de Playas Accesibles de Andalucía’, enmarcado en la Iniciativa Territorial Integrada, ITI de Cádiz, en la que ha participado también la ONCE, y que está sirviendo para que los municipios costeros orienten sus proyectos de cara a las convocatorias de incentivos de la Consejería en la materia. O diversas colaboraciones técnicas, como puede ser la presencia de Andalucía en ferias como FITUR, donde el pabellón de la comunidad fue supervisado por la ONCE para garantizar el óptimo cumplimiento de los requisitos de accesibilidad.

por @mbellido

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