Esto es imparable. Se abre camino un sistema integral de información, a través de tres canales que, cada vez más, se entrecruzan para construir una base estructural de comunicación de masa. Telefonía, televisión e Internet juntos son más que referentes de la globalización, herramientas ya indispensables y todavía mínimamente explotadas. De las entrañas de esta nueva megacomunicación se sabe aún muy poco a nivel popular y, a menudo, en el aspecto teórico, dicha información queda reservada al entendimiento de las mentes de los especialistas.
La gente se encuentra entre las manos estas herramientas, llegan incluso a manejarlas con soltura, pero no conocen el origen de los mandos que las ponen en funcionamiento y en manos de quién están esos paneles de control.
Se sabe que Internet es una red interconectada globalmente y no tiene un único propietario. Los Proveedores de Servicios de Internet, entre ellos Cable&Wireless, UUNNET, GTE, PSINet, MCI WorldCom…, transportan a lo largo de la red información tipo correos electrónicos y dirigen las búsquedas que se ocasionan. Se sabe que las Telecomunicaciones, el teléfono, la señalización y el sistema de señales, las comunicaciones, las transmisiones, las conmutaciones, la multiplexación… se manejan desde las compañías telefónicas. Se sabe que las licencias de TV la dan los gobiernos a sus amigos y que estos, en agradecimiento, corresponden con una línea editorial afín al partido que gobierna y una programación en consecuencia.
¿Pero sabe la gente reaccionar cuando los que mueven los hilos de la TV utilizan esa capacidad y ese poder no sólo para entretener e informar con independencia, sino también para influir, manipular y ganar dinero?
El peso y la influencia de los Medios sobre la sociedad es un problema que siempre ha suscitado codicia, interés y movilización en grupos políticos, instituciones, grupos de presión, investigadores. Los interrogantes, las respuestas, los modelos de interpretación se han sucedido en los últimos años con desarrollos diferentes y difíciles. Lo cierto es que los efectos sociales de los medios de comunicación, y ahora más con alianza de Internet, telefonía y TV, son tremendos.
No se entiende, de consecuencia, por qué las instituciones educativas no llevan a las aulas, para su estudio, algo tan esencial en nuestras vidas como es la comunicación, con toda su compleja instrumentación. No basta con ponerles un ordenador delante a los chavales para introducirlos en la sustancia del valor y del poder de los Medios, de la información y de la comunicación.
Comunicar y tener los medios adecuados al alcance es hoy un arma potentísima. Hoy comprendo porque en mis años juveniles algunas materias en la escuela se me indigestaban y otras no. Claro que dependía del profesor, de si era bueno o mediocre. ¿Pero qué tenia de especial el profesor con el que aprendía mas fácilmente? Probablemente comunicaba de manera mas apropiada y me trasfería mejor las nociones de la asignatura. Con todo esto quiero decir que es necesario explicar en la escuela cómo viaja la información entre emisor y receptor, cuándo y hasta qué punto funciona, las distintas influencias de los medios que se usan y los efectos que provoca todo ello. Los medios están avocados a hacer un gran examen de conciencia sobre los elementos socialmente perjudiciales que abundan en sus contenidos. Los medios están llamados a observar un alto estándar ético en relación a la verdad, la independencia, la dignidad humana y la responsabilidad social. Si no es así, servirán para todo menos que para contribuir al progreso y al bien común.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com