El error, los errores…

El error de Zapatero ha sido meterse entre nosotros y el futuro de nuestros hijos. El error de Zapatero ha sido no considerar la familia como núcleo fundamental y central de la sociedad, un núcleo insustituible que se encarga principalmente de impartir valores a sus miembros. El error de Zapatero ha sido creer que nuestros hijos eran también los suyos y que por tanto tenía el derecho a traspasarles sus principios, dudas, creencias y convicciones. El error de Zapatero ha sido creerse en posesión de la verdad, creer que otras convicciones distintas a la suyas son las equivocadas. Ha sido querer impregnar la Educación, la Sanidad, la Justicia de sus ideas religiosas, éticas y política a la que él está fuertemente adherido. Ha preferido atrincherarse en la memoria del pasado en lugar de trabajar por el futuro. Ha preferido seguir dando limosnas a través de lo que el denomina “políticas sociales” en lugar de proporcionar facilidades a las empresas para que crearan empleo. Ha preferido implantar el compadreo, el “colegueo”, el “todo es relativo”, el “no hace falta que te esfuerces, que yo te lo regalo”. Y fomentar un concepto discutible de libertad con pocas reglas en la generación actual, debilitando así la columna vertebral de estos jóvenes “ni-ni” que tendrían que sostener la España de mañana. El error de Zapatero ha sido no estar al 100% al lado de las víctimas del terrorismo y seguir creyendo en un “proceso” para acabar con ETA basado en la negociación, liberación de De Juana, exculpación de Otegui. El error de Zapatero ha sido mirar siempre hacia otro lado en relación con Batasuna y sus cómplices, en mirar al lado opuesto de donde mira la mayoría de los españoles. El error de Zapatero no ha sido solo de no querer ver la realidad, como el mismo aceptó, y declarar un día antes del «brutal» atentado de la T-4, que un año después España estaría mejor en cuanto al terrorismo, el error de este hombre ha sido también querer crear leyes ambiciosas pero sin financiación adecuada (como la integral de violencia de género o la de dependencia).
El error de Zapatero ha sido prescindir de colaboradores sensatos que habrían equilibrado decisiones tan desquiciadas sabiendo además que cuando se tiene poca capacidad de análisis y se está limitado intelectualmente se necesita un equipo fuerte que cubra esas lagunas. Su error ha sido renunciar a la fuerza y al apoyo social, enfrentándose día tras días a todos los colectivos. Ya hasta los de la “ceja” comienzan a abandonar su barco. El error de Zapatero ha sido mentir. La última: asegurar que «jamás, jamás» ha utilizado el terrorismo «desde una perspectiva política, de interés partidista».
Rectificar es de sabios pero error zapaterista es no querer rectificar de verdad.