Me ha sorprendido la página web de una formación política, transformada en un tablón de eslóganes. Una especie de conglomerado de propaganda compuesto de lemas no argumentados, destinados muy probablemente a desplumar incautos. Desgraciadamente la política actual carece de razones y abunda de “coqueteos” que a veces derivan en pasión desenfrenada, calumnias y manipulación intencionada de la información. Algunos políticos olvidan que la verdad se impone con la fuerza de la verdad misma.
La ciudadanía necesita propuestas y soluciones concretas no frases bien construidas. Europa aunque un poco entumecida en sus instituciones y debilitada por la crisis que hemos atravesados está obligada a salir al encuentro de las incertidumbres actuales y de las posibilidades que nos ofrece un continente realmente unido. Todo aquello que no sean propuestas limpias, reales, democráticas y eficaces se pasearan delante de los oídos de los ciudadanos sin ilusionarlos. Todo aquello que no sean programas para que España y Europa recuperen el paso perdido y puedan levantar cabeza será solo demagogia.
Es una pena que algunos candidatos esten sustituyendo la imagen por el concepto, la ironía por la verdad, la manipulación por la información, la osadía por el rigor, las falacias por la realidad. Todos ellos no merecen la confianza de los ciudadanos porque aparte de mostrar su falta de preparación, estarán también demostrando que su único objetivo es el poder por el poder. Merecen perder.