Algunos piensan que Facebook ha puesto de moda una especie de neopornografia universal, a través de la cual se expone, a la vista de todos, la propia vida sin sonrojarse y sin el mínimo pudor. Interesante o no, esos hechos, para muchos mirones es una fuente de cotilleo inagotable sin necesidad de tener que agudizar la vista para mirar a través de la mirilla de la puerta.
De Twitter algunos piensan que es una barbaridad tener que condesar en ciento cuarenta caracteres un pensamiento que en teoría tendría que aspirar a ser algo más articulado y complejo. Evidentemente es un hecho que la comunicación interpersonal a través de esta red social se reduce a lo mínimo indispensable. Se sabe que la mayoría no pinchan en el enlace que a menudo acompaña a la frase. La gente se queda solo con el titular, por otra parte, no hay de que sorprenderse, sucede a menudo cuando se leen los periódicos.
Por hoy nada más.