Juan Pablo II y Juan XXIII serán proclamados Santos el próximo 27 de abril. Lo anunciaba hoy Papa Francisco durante el Consistorio para la canonización de estos dos Papas. Al encuentro asistían los cardenales residentes y los que estaban de paso por Roma. Antes de que Bergoglio proclamara la formula y anunciase la fecha de la canonización, el prefecto para la Congregación de las causas de los santos, Ángelo Amato trazaba un breve perfil biográfico de los dos futuros Santos, recordando el servicio que ambos han dado a la paz mundial. Efectivamente ambos, han vivido en tiempos de radicales transformaciones promoviendo con autenticidad la dignidad del ser humano.
Angelo Giuseppe Roncalli, ha dejado dos encíclicas muy importante, Mater et Magistra, escrita en 1961 y Pacem in Terris escrita en 1963, en plena guerra fría, después de la “crisis de los misiles” de octubre de 1962; dos documentos que pusieron de relieve el papel de la Iglesia Católica en el mundo actual. A Juan XXIII se le recuerda como el “Papa bueno” y también por ser el pontífice que convocó el Concilio Vaticano II, dando un impulso a la Iglesia del siglo XX.
Wojtyla, ha sido considerado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX. Durante su pontificado publicó 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas. Realizó viajes apostólicos por todo el mundo. Fue un gran defensor de la justicia social y económica, abogando siempre por la mejora de las condiciones de vida en los países más pobres del mundo, como muestran su primera encíclica, la «Redemptor hominis«, de 1979, y su primer documento social, el «Laborem exercens», de 1981. Karol Wojtyla desempeñó un papel decisivo para poner fin al comunismo al que criticó no desde la vertiente religiosa, como el ateísmo o la persecución de los cristianos, sino desde aspectos antropológicos y sociales, como sistema injusto que alienaba al ser humano. Trabajó intensamente para mejorar y entablar un diálogo fraterno con el judaísmo, el islam, la iglesia ortodoxa oriental y la anglicana.
Dos columnas del cristianismo, dos líderes mundiales que han aportado luz en momentos muy críticos y difíciles de la Humanidad. El domingo in albis, que viene después de Pascua, coincidiendo con la Fiesta de la Misericordia, la Iglesia reconocerá la grandeza de estos dos gigantes del espíritu.