Las imágenes que nos llegan son terribles. Hombres, mujeres, niños sobre las rocas de la playa, en los refugios improvisados por voluntarios, en las calles y en los portones de las casas. Después de haber recorrido kilómetros por el desierto o por el mar, huyendo del hambre o de la guerra, los inmigrantes han sido bloqueados en la frontera de Ventimiglia entre Francia e Italia. El tratado de  Schengen ya no cuenta para algunos países.

La UE vive prisionera de los varios egoísmos nacionales que dificultan la gestión de un problema muy complejo: la acogida de los prófugos que llegan a las costas italianas, griegas y españolas. Esta Europa que intenta salir de una  crisis económica bestial, que negocia para resolver el problema de Grecia, que intenta atar relaciones comerciales con el resto del mundo  no tiene nada que ver con la Europa de pueblos unidos y solidarios de Schuman, de Gasperi y  Adenauer. El éxodo de inmigrantes se ha frenado en Ventimiglia por los egoísmos nacionales de algunos países, por la demagogia política y por una burocracia que dificulta que Europa encarne los ideales fundacionales que la hicieron nacer.

Los políticos europeos han aprendido a bordar sus discursos con palabras bonitas y correctas pero no entran a fondo, tanto como debieran, en temas ante los que no se puede mirar para otro lado.

La reunión prevista para los días  25 y 26 de junio no promete avances. Esta Europa que se deshumaniza y que nada quiere saber de sus raíces y de sus valores me gusta cada vez menos.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com