Algunos compañeros de prensa me han dicho que los chilenos se esperaban este terremoto. No sabían, quizás, dónde y cuándo pero se lo esperaban, en esa tierra desde siempre expuesta a movimientos sísmicos. Al día de hoy la mayor cantidad de muertos se ha producido en la región del Maule, exactamente 587 víctimas mortales, mientras en la región del Bío Bío ya van 92, en O’Higgins 48, en la Región Metropolitana de Santiago, 38, en Valparaíso 20 y en la región de La Araucanía, a 670 kilómetros al sur de la capital, 14. Hasta el momento 799 personas fallecidas. Para muchas familias chilenas su vida ha dado un vuelco. A pobres o a ricos, les ha cambiado el destino, como ha sucedido en Haití. Chile es uno de los países mas prósperos de América del Sur y, sin embargo, esta devastación tendrá que despertar la solidaridad internacional de la misma manera que lo hizo el desastre en Haití para llevar de nuevo la normalidad a la vida del país. Los chilenos dicen que todos los presidentes, en todas las legislaturas, tienen que hacer frente al menos a un terremoto. Chile desde hace muchos años vive en alerta para afrontar estas situaciones, pero, cuando de verdad llega, paraliza la vida del país. Ya se han puesto a trabajar muchos organismos oficiales, instituciones como la Cruz Roja y diversas ONG y organizaciones sociales, para recolectar y distribuir ayuda a los damnificados.
También los chilenos esperan nuestra solidariedad.
Manuel Bellido