El camino sin retorno de la guerra

Irak sigue sangrando, cuatro mil muertos en los últimos seis meses es una monstruosidad. Un conflicto, que como sabemos, comenzó en marzo de de 2003 y finalizó oficialmente en diciembre de 2011. Sin embargo,  Irak sigue viviendo en una inestabilidad sangrienta desde que terminó la guerra.  Desde abril se contabilizan  cuatro mil muertos, pero los atentados con heridos son diarios. El domingo pasado otra nueva  ola de atentados.  17 carros bomba estallaron en una docena de localidades en todo el país y dejaban al menos 46 muertos y más de 130 heridos. Casi siempre son  militantes sunitas relacionados con Al Qaeda los que se atribuyen la responsabilidad. Aunque la mayor parte de  estos ataques suelen estar dirigidos contra los chiitas, a los que califican de apóstatas, las consecuencias la sufren toda la población. Por lo menos 112 mil civiles han muerto en Irak en los 10 años transcurridos desde la invasión de 2003 dirigida por Estados Unidos, que derrocó a Sadam Husein. “Los derechos humanos son la piedra angular del futuro democrático de Iraq y el corazón del mandado de la ONU en Iraq”, decía recientemente el Representante Especial de ONU para Irak, Martin Kobler, palabras que suenan muy bien, pero que probablemente no son acompañadas de una acción concreta para taponar la sangría diaria en ese país. Esta situación demuestra una vez más que la guerra es un camino sin retorno.  Hay que seguir trabajando para diseminar el mensaje de la no violencia, a través de la educación y la conciencia pública, único camino  para conseguir una cultura de paz y tolerancia en el Planeta. Los medios de comunicación de masa tenemos que trabajar intensamente para impregnar toda la información de este mensaje. Nos jugamos mucho.