Hace algunos anos se salia del supermercado con el carro lleno, rebosante. La crisis que no ha dejado bolsillo indiferente, esta revolucionando el consumo de los espanoles tambien a la hora de llenar la cesta de la compra. Antes, la compra de los sabados en el supermercado era un momento apoteosico, el carro se iba llenando de cosas necesarias, de antojos y de cosas innecesarias, “por si…”. El momento de la compra era una especie de rito gratificante que dejaba al libre albedrio nuestros impulsos de consumo. Coger caprichosamente de las estanterias ciertos productos era una especie de acto transgresivo y a la vez consolatorio que hacia que el carrito se fuera llenando casi inadvertidamente y descuidadamente, como si no fuera un acto dirigido por la voluntad. Hoy ya no es asi, para muchas personas ha cambiado el modo de comprar en el supermercado. La mayor parte de las personas, sobre todo aquellas a los que la crisis ha modificado la cuantia de sus recursos económicos antes de acercarse al supermercado piensan, planifican, deciden cuanto gastar y en que gastarlo. Se opta por productos que duren mas, por marcas blancas, carnes mas baratas, pocos dulces y chucherias, vinos menos caros, nada de caprichos… Los espanoles y muchos europeos del sur se han asustado por la situacion economica, incluso aquellos que no han visto variadas sus condiciones de vida. Usanzas, gustos, costumbres y habitos han cambiado y se esta imponiendo un nuevo estilo de vida. La compra ha pasado de ser una un momento placentero, divertido y despreocupado a una actividad razonada. Se bus can ofertas, se comparan precios, se mira mucho mas el etiquetado, se consulta internet y hasta se cambia de supermercado.

 

Sobre todo son las clases medias las que estan protagonizando estos cambios. Las clases mas necesitadas y con menos recursos siempre han tenido en cuenta el precio, el presupuesto asignado a la compra semanal y los lugares donde los productos eran mas baratos. Esa franja social sigue manteniendo los mismos habitos de consumo. La clase social mas alta, con buen poder adquisitivo, ha frenado algo el consumo no razonado, no por los recursos que hayan disminuido sino por el clima de desconfianza e inseguridad que se ha extendido en la sociedad. Han pisado el freno esperando para ver como se ira comportando la economia. Hay algun Instituto sociologico que ha dicho recientemente que no ha descendido exageradamente el volumen de compras en los supermercados y que el descenso ha sido moderado, sin embargo, el cambio ha sido en la actitud: se compra mas sensatamente. Se busca el precio justo, que no es necesariamente el mas bajo, sino aquel que ofrece una aceptable relacion entre la calidad y el coste. Se busca el producto necesario. Se miran con mas detenimiento las ofertas, incluso se compran productos que antes pasaban inobservados o no formaban parte de la dieta. La crisis ha incorporado a nuestras vidas algunas actitudes interesantes. En cuestiones de consumo ha desarrollado el ingenio y ha incrementado la prudencia.

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