El Gobierno ha dado el visto bueno este viernes a la LOMCE. El  Consejo de Ministros aprobaba hoy la séptima reforma educativa, que incluye una profunda transformación en los itinerarios y asignaturas, refuerza la FP y establece «las reválidas». Desde el Ministerio se ha dicho que «no ha habido ninguna reforma educativa tan revolucionaria (como ésta) desde la LOGSE de 1990». ¡Esperemos!

Sus objetivos fundamentales son «reducir las tasas de abandono y fracaso escolar» y mejorar la «empleabilidad de los jóvenes». Habrá que llevarla a cabo y medir sus resultados sin que muera por el camino. Esta ley no puede convertirse en una simple expresión de deseos o en un cliché para tranquilizar conciencias políticas.

Sin embargo no bastará. al mismo tiempo, es  urgente que la sociedad civil, las instituciones, los agentes sociales, las administraciones públicas trabajen en una estrategia de vida, de conocimiento, de recuperación de talento y de valores para que las nuevas generaciones puedan mirar mejor hacia el futuro. Se necesita por parte de todos una reflexión madura y lineal sobre las debilidades que  en estos años ha ido contagiando a parte de  la juventud, fruto de la pérdida de valores en la sociedad en su conjunto. No se trata de hacer un recetario sino más bien escavar un pozo de ideas, crear un oasis pensante no partidista, un taller donde trabajar y crear para obtener objetivos y delinear recorridos constructivos. No se trata, por tanto de inventar acciones sino de imaginar un horizonte. ¿Hacia dónde vamos? Demasiado nos estamos empeñando en salir de la crisis y poco tiempo y esfuerzo se está empleando en entender hacia dónde iremos una vez que hayamos salido de ella. Sería imprescindible trazar con ambición y al mismo tiempo con sensatez  un camino y una meta, no mostrando solamente  la dureza de la vía sino aportando al mismo tiempo pistas para evitar que al final se tenga la sensación de tener las manos vacías o de no haber avanzado. Se trata de impedir la desmotivación en la escuela de alumnos y profesores, de ampliar el horizonte cultural de los adolescentes y jóvenes que en estos últimos años se ha reducido drásticamente. Mejorar el lenguaje en los medios de comunicación para que las nuevas generaciones amplíen y mejoren su vocabulario, lean más y puedan  encadenar un razonamiento lógico y, por último,  incentivarlos para que aumente en ellos  la capacidad de resolver problemas y superar barreras.

Tenemos que superar el inmovilismo y, a menudo, no nos damos cuenta de que estamos en un arenal, sin posibilidades de avanzar, porque la rutina es el pan nuestro de cada día.

Avanzar  supone modificar nuestra forma de pensar, hacer un  cambio.  No es sencillo salir del letargo al que nos tienen sometido la TV y el ocio facilón; parece una epopeya, pero si logramos cada uno poner un granito de arena, valdrá la pena el esfuerzo realizado.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com