El gran reto de crear futuro no está en predicción. La meta es intentar imaginar un futuro que sea plausible; el futuro que queremos crear.

Faltan menos de mil días para el 2000 y, probablemente, muchas son las preguntas que nos hacemos, como qué estilos de vida nuevos llegarán, cómo se desarrollará económicamente nuestra ciudad, cuándo tendremos que empezar a usar el EURO, qué avances tecnológicos revolucionarán nuestro modo de trabajar, cómo será y cómo estará nuestra empresa . . .

La verdad es que no podemos mirar hacia el futuro como una continuación del pasado. Las cosas que nos llevaron donde estamos no nos van a ayudar a mantenernos allí. Pero, por otra parte, si no sabemos de dónde venimos nos será difícil continuar adelante.

Lo que sí es cierto es que el 2000 será diferente y no tenemos más remedio que olvidar nuestra manera de actuar en el pasado para afrontar ese próximo futuro.

Por ejemplo, muchas empresas se esfuerzan en ganar clientes y tenerlos contentos; es lógico, pues son ellos los que le permiten avanzar en el mundo de los negocios. Pero, pensando en modelar un buen futuro, no pueden olvidarse que el primer cliente al que deben ganar y tener contentos es a su propio personal.

Muchos directivos le dicen hoy a sus empleados: “si no sois más eficientes, perderéis vuestro trabajo a causa de la competencia”. Otros dejan de decirles “si sois más eficientes perderéis vuestro trabajo debido a la mejora de la productividad”. Pensando modelar un buen 2000, trataremos de conseguir nuevos negocios, beneficios continuos, para dar a las personas que sobren otras nuevas oportunidades en otros nuevos puestos de trabajo.

Por tanto, conviene mirar hacia dentro, pero no hacia atrás. Mirar más a nuestro alrededor y hacia delante.

Quizás se trate de que nos convirtamos en arquitectos. Los arquitectos necesitan algo más que un sueño, necesitan diseñar unos planos para conseguir hacer realidad ese sueño. Y no se trata de hacer un plan demasiado detallado, bastaría, al menos, con una pintura global de conjunto.

Preguntarnos constantemente qué porción de futuras oportunidades podemos capturar, con nuestra actual situación, con fuerzas que tiene nuestra empresa y nuestro equipo humano.

La ideología va dirigida a los resultados, la estrategia a la gestión y la táctica a las personas. Con un personal satisfecho y eficiente se realizará una buena gestión y los resultados serán los deseados.

No podremos pensar en un buen futuro si nuestros esfuerzos desde ahora no se concentran en perseguir la calidad total de nuestra empresa y la calidad es, siempre, el resultado de una actitud positiva ante el trabajo, y ésta no se consigue con personal desmotivado.

Tenemos aún terreno por delante para intentar preparar un buen 2000, que ya está a la vuelta de la esquina.

Por nuestra parte seguiremos apostando por la comunicación empresarial y hoy que se cumple un año del nacimiento de nuestra revista, salimos con un Suplemento Informativo para que Agenda de la Empresa esté presente todos los meses en una de sus dos versiones en las mesas de todos los empresarios sevillanos.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com